El Ademar claudica

El Atlético de Madrid es mucho equipo. Cierto. Pero también el Reale Ademar es más de lo que se vio ayer. Plantó cara durante muchos minutos a los rojiblancos pero si se quiere tener opciones ante uno de los grandes hay que poner más cosas en la balanza. Lo primero, menos pérdidas de balón que fueron excesivas y costaron muchos goles. Lo segundo una defensa más compacta (39 goles son exagerados) y más aportación de la portería y de hombres que deben tener más peso —sobre todo en ataque— como Rafa Baena que aún no dado su mejor versión en León. Con todo, hasta cerca de los últimos diez minutos el Ademar estuvo ahí y el miércoles en la Copa Asobal tendrá opción de desquitarse. Con su derrota de ayer (31-39) el equipo leonés baja a la cuarta plaza, aunque empatado a puntos con el Valladolid, que ahora es tercero.

De entrada el Reale Ademar cambió una de sus señas de los últimos partidos apostando por una defensa cerrada en 6-0 en lugar de la 5-1 que tan buenos resultados ha dado este año en muchas ocasiones. Enfrente Talant opuso un sistema igual que el equipo leonés atacaba con la movilidad de Cutura y mucho juego al pivote sobre todo con Andreu. Así se llegó al minuto diez con un empate a cinco muy ilustrativo de la equilibrada pugna. Stranovsky con tres dianas en el Ademar y el macedonio Lazarov con otras tantas en el Atlético lideraban claramente los ataques.

Lazarov sigue sumando. Es el objetivo a frenar al igual que un Entrerríos que conecta con el pivote con demasiada facilidad y un Cañellas mortífero en el lanzamiento que acabó con diez dianas y destrozó al equipo leonés desde los nueve metros. Entre los tres amenazan con hacer un roto a la defensa ademarista. Los rojiblancos mandan pero con rentas muy cortas que no sobrepasan los dos tantos. El Reale Ademar está en el partido gracias a un Stranovsky letal que en el minuto 17 lleva ya seis tantos. Se echa de menos, sin embargo, más aportación de hombres como Antonio García o Rafa Baena.

El envite exige concentración máxima y el Atlético lo recuerda convirtiendo cada error en el pase o equivocación del equipo leonés. Eso les lleva a encajar un parcial de 0-2 que sube la renta rojiblanca a 10-14 en el minuto veinte. Peligro. Al final de los primeros treinta minutos se llegó con un marcador desfavorable de 15-19. Demasiados goles encajados y demasiadas pérdidas que se pagaron muy caras.

En la segunda mitad el Ademar intenta recortar la brecha pero el Atlético sabe que no puede perder si quiere optar a la Liga y se mantiene firme manejando un colchón de cuatro o cinco goles que no mengua. El Ademar no puede parar ni el juego al pivote ni los lanzamientos rojiblancos.

Un arreón de raza permite un parcial de 5-3 en el ecuador que acorta la distancia a sólo dos tantos. El Palacio vuelve a conectarse al partido al grito de «¡Sí se puede!». Pero enfrente había mucho equipo. Pisó más el acelerador y se fue.