UN PARTIDO DE LEYENDA | EN EL PUNTO DE MIRA
El frío hiela la sangre de Benzema
El delantero francés fue una comparsa del juego pausado del Real Madrid.
No estaba la noche para Benzema. El frío arreció sobre Chanmartín y heló la sangre de un delantero al que le cuesta coger ritmo. El ‘9’ del Real Madrid fue una comparsa del juego pausado del conjunto blanco. No participó en ninguno de los cinco goles y mantuvo una riña constante con el balón. Parecía ausente, como si la de ayer fuera una fiesta ajena en la que se había colado sin conocer a nadie.
Cabizbajo, vagó por el césped del Bernabéu durante 78 minutos. Mourinho lo mandó de vacaciones y dio la alternativa a Joselu, un canterano que supera en ganas al desangelado Benzema.
El francés lo intentó al principio. Tocó el cuero con mimo a los 52 segundos. Buscó a Granero. Quería al ‘pirata’ cerca. Empezó en el centro, como un ‘9’ nato, pero la pelota transitaba siempre a más de veinte metros de sus botas.
Cambió de banda constantemente, pero tropezó con dos centrales aguerridos que no iban a dejarle el camino expedito para fusilar a Orlando. No se desfondó en la presión y su primer tiro a puerta no llegaría hasta el minuto 31. Fue un lanzamiento tímido, demasiado fácil para el portero de la Deportiva.
Ahí se le apagó la luz. El ‘gato’, como lo llamó Mourinho para azuzarlo, esperó paciente a una presa que solo pudo ver de lejos. Trotó para felicitar a sus compañeros en cada uno de los goles. Y volvió al centro del campo con la mirada fija en la alfombra verde. Buscaba consuelo. Y protestó con vergüenza cuando no encontró a Callejón en su mejor jugada. Llegó hasta la línea de cal y puso el balón en el punto de penalti. No había nadie. La de ayer no era su fiesta.