Al astro portugués le duele que le silbe el Bernabéu
A Cristiano Ronaldo ya le pitan hasta en el Santiago Bernabéu. Enfadado por los silbidos que le dedicaron los aficionados durante el partido frente al Granada, en el que de nuevo estuvo muy incómodo y sin puntería hasta que encontró puerta, cuando el choque estaba sentenciado desde el inicio del segundo tiempo, el portugués no celebró con sus compañeros el tanto que cerró la goleada. Según Aitor Karanka, «su gesto tras marcar fue un gesto de rabia sin más», y Cristiano estaba molesto «porque no le salen las cosas», mientras que en opinión de Emilio Butragueño, el hecho de no festejarlo «pudo ser una muestra de respeto para el Granada, porque quedaba muy poco para el final».
Sergio Ramos también subrayó que Cristiano «es un jugador muy ambicioso que siempre quiere hacer muchos goles, y quizás fue porque solo hizo uno, pero no hay que darle mayor importancia». Sin embargo, el Bernabéu podría acabar con la paciencia del máximo goleador de la Liga, que aunque siempre lo intenta, se obceca, sin precisión, abusando del regate y el remate, y también en los lanzamientos de falta que no permite tirar a ningún otro jugador.
Esta noche se cumple un mes del último Clásico y, desde ese partido hasta el día de hoy, el público del Bernabéu lleva mirando con lupa a Cristiano Ronaldo hasta el punto de que el runrún que se escucha en algunas de sus acciones va subiendo a tímidos silbidos que, en ocasiones, se hacen más palpables. No se puede decir que haya un divorcio, pero ya es noticia que un sector de la afición no apruebe el juego del que es uno de los jugadores más importantes del equipo.