Se nos escapó un punto

Cuando entre dos equipos hay cierta igualdad, los pequeños detalles hacen que la balanza se incline hacia un lado u otro. Entre España y Hungría no hay demasiada diferencia. España tiene más pedigrí como equipo y sigue optimizando los recursos que tiene y sacando rendimiento a la defensa y el contraataque más el juego con el pivote. Hungría es un equipo que va hacia arriba a pesar de la ausencia de su mejor jugador, Laszlo Nagy; están jugando cada vez más colectivo y fieles a su estilo, lo que les convierte en un rival peligroso. La excelente actuación de Sierra en la portería, no pudo ser determinante por la también buena actuación del portero húngaro. Algo parecido sucedió en el puesto de pivote. Julen recibiendo balones de Alberto resultaba imparable, y el pivote húngaro también acababa siendo decisivo, con lo que ensombrecía la labor del nuestro. La diferencia en el análisis de ambos puestos específicos, es que mientras el rendimiento de los porteros depende de ellos mismos, el de los pivotes depende también de lo que quieran interpretar los árbitros.