MI VISIÓN
Balonmano y tradiciones
El partido de ayer entre las selecciones de España y Rusia mostró dos estilos aparentemente parecidos en la forma de jugar a balonmano, pero muy distintos en la realidad. España sigue basando su rendimiento en la defensa a ultranza para salir rápido al contraataque. Una defensa que por las carencias antropométricas tiene que ser dinámica, profunda y ambigua en su funcionamiento para crear incertidumbre al rival; y un contraataque directo que hacen bueno los extremos que tradicionalmente hemos tenido en nuestra selección.
Rusia siempre ha tenido jugadores con mucha más talla y peso que España, jugadores que además tienen mucha movilidad; sin embargo son más conservadores en su funcionamiento. Con una defensa 5:1 en la que el avanzado suele mantenerse en el centro, realizando desplazamientos mucho más reducidos que nuestro avanzado, el contraataque lo elaboran con combinaciones de pases mucho más elaboradas, aunque de eficacia inferior a la de España.