La plata y el bronce del Ademar
Sus dos campeones europeos, Cutura y Losert, brindan sus medallas.
Losert, izquierda, y Cutura a la derecha con sus medallas.
El fichaje por el Reale Ademar ha dado una segunda oportunidad deportiva a dos jugadores que llevaban años sin ser convocados por sus respectivas selecciones nacionales. El meta internacional croata Venio Losert hacía tres años que no se vestía con la elástica nacional y en el caso de su compañero de equipo, el serbio Dalibor Cutura, esa travesía del desierto ha sido todavía mayor: ocho años. Pero el Europeo de Serbia les ha permitido tocar metal y con ello la gloria en el balonmano. Losert, de 35 años de edad, suma una medalla de bronce a su extensísimo currículum. Y para Dalibor Cutura la plata en el Europeo es, a sus 36 años, su mayor logro como deportista profesional. Al Europeo celebrado en su país llegó casi de tapadillo y se ha convertido en uno de los principales artífices del éxito de una Selección serbia que se plantó en la final con todo merecimiento.
«Es lo mejor de mi carrera deportiva. Además el balonmano hacía mucho que no daba alegrías en Serbia. La última medalla fue en el 98 en el Mundial de Francia cuando éramos todavía Serbia y Montenegro que ganamos el bronce aunque yo no estuve en aquella Selección», recuerda un Cutura que reconoce llegar un poco cansado después de los intensos días que ha vivido últimamente. «Llego un poco cansado, tal vez más psicológica que físicamente pero no es momento para quejarse. He bajado un par de kilos, lo noto en los pantalones, pero igual mejor», apuntó.
Y su mejor recuerdo lo tiene claro. La final en Belgrado ante Dinamarca con 20.000 incondicionales rugiendo en las gradas. «Fue algo impresionante, algo que se vive muy pocas veces. Creo que es el récord de asistencia a un partido de balonmano en un pabellón».
Losert jugó poco pero cuando lo hizo fue generalmente con acierto sustituyendo a Mirko Alilovic, un ex ademarista que se ha convertido en el primer portero de Croacia.
Ahora los dos piensan en la fase preolímpica y en clasificarse para los Juegos de Londres. Es su sueño y lo comparten. Uno es croata y otro serbio... y amigos. «La guerra fuero hace veinte años. Eso todavía se nota pero más desde fuera. Yo no puedo odiar a Venio», afirma Dalibor Cutura.