Orgullo mejor que lamentos

No ha podido tener peor reencuentro con la liga el Reale Ademar. A las lesiones de larga duración de dos de sus jugadores: Montoro y Carrillo se han unido otras dos: la de su central Jaime González con una luxación de hombro y la del lateral francés Adrien Dipanda que tiene fracturado el escafoides de su muñeca izquierda. Y por si la lista de enfermería no fuese suficiente tiene a otros tres con problemas físicos: los extremos Krivochlykov y Cabanas y el central Ferrer.

No es lo más adecuado para recibir hoy (20.30 horas en el Palacio de Deportes) a un rival difícil como es el Naturhouse La Rioja, en otro partido clave para asegurar la tercera plaza que ahora ocupa el equipo leonés y que le daría billete para la próxima Liga de Campeones.

Nadie en el Reale Ademar quiere escudarse en las lamentaciones. Se prefiere apelar a la casta y al orgullo de un equipo campeón que siempre da lo mejor de sí mismo en las circunstancias más complicadas. Especialmente en el Palacio, donde esta temporada y en Liga Asobal el equipo entrenado por Isidoro Martínez tan sólo ha sido doblegado por el Atlético de Madrid.

Por eso y a pesar de reconocer la merma que suponen las cuatro bajas antes mencionadas el técnico ademarista está convencido de que sus hombres lo darán todo para seguir convirtiendo el Palacio en un fortín.

Su rival de hoy, el Naturhouse, nunca ha puntuado y viene a León deseoso de romper esa estadística aunque «enfrente esta uno de los equipos grandes de la Asobal», señaló su técnico, Javier González.

El conjunto riojano llega a esta cita con la principal novedad del pivote internacional Rubén Garabaya, que regresa a una convocatoria tras una larga lesión que ya le dejó fuera del Europeo, por lo que está previsto que tan solo intervenga algunos minutos en un encuentro donde las defensas volverán a tener un papel preponderante.