fútbol. primera división
El Barça sólo carbura en casa
Los culés se dejan la mitad de los puntos cuando juegan lejos del Camp Nou.
El Barça tendrá que dejar para otro año la idea de reeditar el pleno de seis de seis. Conquistadas ya las dos supercopas y el Mundial de Clubes, la plantilla azulgrana velaba armas para volver a levantar en una misma campaña la Copa, la Liga y la ‘Champions’. Un sexteto que sólo ellos han conseguido y que parece que tendrán que reservar para temporadas venideras.
Más que nada porque se antoja complicado que el Barcelona pueda disputarle el título al Real Madrid, viendo la irregularidad que muestra como visitante en la Liga
Las diferencias en este apartado con respecto a hace un año son elocuentes. A esta misma altura de la temporada, el Barça no conocía la derrota el año pasado en sus desplazamientos y ni siquiera había concedido un empate. En cambio, este curso ya ha perdido dos partidos (Getafe y Pamplona) y ha firmado tablas en otros cinco viajes (San Sebastián, Valencia, Bilbao, Cornellà y Villarreal).
Las cifras no admiten comparación. Ni siquiera con las de hace dos años, que no fueron tan perfectas como las de la campaña pasada. En 2009/10, el Barça ganó ocho partidos como visitante, empató tres y perdió uno, disputadas 22 jornadas. Por supuesto, con esas cifras, hoy estaría sobre el cogote de su máximo rival en la Liga BBVA
Las diferencias, además, no se limitan a los resultados, sino también a la eficacia goleadora, lo que demuestra que el conjunto azulgrana tiene un problema cuando juega fuera del Camp Nou, donde hasta la fecha sólo ha cedido un empate (ante el Sevilla). Aparte del encuentro del Bernabéu, en el que los azulgrana brillaron con luz propia (1-3), el balance anotador este año en campo ajeno es más bien escaso: 18 goles anotados y 13 recibidos en 11 partidos, guarismos muy pobres si se comparan con el 36-4 del año pasado o el 25-6 de hace dos. El Barça esta acusando las consecuencias de tener una plantilla muy corta.
Con sólo 20 jugadores del primer plantel, esta es la temporada en la que Guardiola cuenta con menos efectivos con ficha profesional desde que tomó las riendas de la nave azulgrana.