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Lucha Sambo. CAMPEÓN POR PARTIDA DOBLE

Carri, más que oro

Dobló el luchador leonés su condición de grande con el segundo Campeonato de España de Sambo consecutivo .

Carrizo luce sus oros en Sambo, con trasfondo de aluche.

Publicado por
A. López | Dubai
León

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Un leonés, uno de la Lucha, ha vuelto a alcanzar puesto en lo más alto de una disciplina deportiva, tal vez minoritaria, en absoluto menor.

«Ángel Carrizo Gándara comenzó los agarres al cinto de los aluches...», se decía hace ahora un año cuando había oportunidad de dar cuenta de su triunfo, su medalla de oro lograda en el Campeonato de España de lucha Sambo. Y se daba cuenta entonces de que Carrizo sumó, desde sus primeros años al cinto de la leonesa, el empeño en el agarre a otras luchas, las olímpicas (donde ha logrado excelentes resultados), y, con todas las dificultades imaginables, a otra lucha, el Sambo, la «defensa propia sin armas» del Ejército Rojo, que llegó a merecer destacado interés en nuestro país en los años del federativo Fernando Compte y del gran campeón canario Barbuzano.

Y Carri lo ha vuelto a conseguir: Lograrlo una vez tiene gran mérito; confirmarlo en ocasión sucesiva da pie a argumento de mayor contundencia. Ángel Carrizo conquistó su segundo título nacional se Campeón de Sambo (-52 kg) el pasado fin de semana en Gijón. En esa misma cita, destacaba otro gran luchador canario, bien conocido por los leoneses: Juan Espino Diepa, oro en los pesos superiores tanto en Sambo como en Grappling. El puntal guanche está adquiriendo, merecidamente, la máxima proyección, la consideración emblemática que han tenido otros grandes personajes de la lucha hermana.

Ángel es menudo (menos de la mitad del peso de «El Trota II»), pero el merecimiento de su esfuerzo y logro no da en báscula ni un gramo menos.

Para el Sambo, dice Carrizo «lo ideal es la combinación de un judoka y un luchador de Libre. Y si le sumas la Leonesa, pues se mejora».

Mejorar, superarse, ser campeón, sin que tenga posibilidad de entrenar siquiera con un compañero en la disciplina en cuestión, no es mérito: raya el milagro. Como máximo beneficio, hasta la fecha, sus logros deportivos le han reportado, tras el primer título, una Beca Relevo de la Comunidad en rango de bronce.

Y Carri sólo pide que lo suyo sirva para que otros se vean atraídos por la posibilidad de hacer más grande la lucha.

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