León sabe de sus fuerzas

La plantilla de Baloncesto León no se resigna a quedarse sin el premio del play-off de ascenso. Saben que el reto es sumamente complicado no sólo por la desventaja que contabilizan con el último peldaño que da el billete a la fase, también por los enemigos con los que tendrá que pujar.

Aún así consideran que por juego y calidad alcanzar el premio depende exclusivamente de ellos. Tampoco inquieta que de los siete partidos que le restan por disputar en cuatro casos tengan que ejercer de visitantes. Y es que a lo largo de la temporada los de Javier de Grado han tenido que lidiar con situaciones complicadas en las que las lesiones han ocupado un papel destacado. Ni por esas.

Frente al Palencia reconocen que pasa el último tren porque una derrota dejaría las opciones reducidas a la máxima expresión. Por eso se han concienciado para sumar en un envite frente a un directo rival que también se juega parte de sus opciones.

Precisamente para este envite De Grado podrá contar con Juanjo Bernabé, el mejor ‘fichaje’ para un tramo de la liga en la que al menos hasta sus últimos tres choque s no estará su compañero en la dirección de juego, Jorge Calvo.

El regreso de Bernabé supondrá precisamente, a pesar de que el alicantino aún necesitará partidos para adquirir el estado óptimo, un refuerzo destacado tanto para liberar de minutos a compañeros como Mario Díez, Quezada y Julio González que habían suplido hasta ahora su ausencia y también para dotar al equipo de diferentes variantes con las que afrontar un tramo de calendario que puede llevar a los leoneses a sumar su undécimo play-off en otras tantas temporadas en la Liga LEB-Oro o, si no logran las victorias necesarias (cinco o seis) quedarse sin la opción de disputar una fase a la que la pasada campaña habían llegado con el factor cancha a su favor en la primera eliminatoria. Esta vez tocará sudar al máximo para entrar en el top-9.