Una competición fundamental para la lucha

«Quizás esta Liga no es la que más público mueve, pero es la que permite que haya lucha todo el año, la que mantiene fundamentalmente a los clubes». Expresaba así Che Escanciano, presidente de la Federación, lo que es un elemento sustancial de esta competición, menos popular que la que agrupa los corros «de verano», pero que pone armazón al desarrollo de toda la práctica luchística.

Lo hace permitiendo actualizar fórmulas de competición, reglamentación (a veces consolidadas y otras desdeñadas, como lo ha sido la eliminación de las medias caídas); lo hace también desarrollando una integrante deportiva que la lucha «estival» no contempla: la práctica grupal, la puesta en valor del trabajo de equipo (y en esto se suma el fortalecimiento del conjunto aunando las categorías de base, juvenil-sénior y femenina); y lo hace, en manera tan pragmática como lo es el aporte de recursos que permite el mantenimiento de las agrupaciones de luchadores, de la lucha toda. Manifestaba a este respecto Escanciano que «el dinero aportado, invertido para la lucha, sobre otras prácticas deportivas, revierte todo en León, en sus equipos, en sus luchadores».

Destacaba el Che que la lucha leonesa mantiene sus competiciones desde esta primera de temporada en modalidad por equipos hasta prácticamente el final de año gracias, fundamentalmente, a colaboraciones, esfuerzo en organización y desarrollo, entre las que la realizada por los clubes, es inestimable. Y todo para una competición que luce amplio prestigio.