Diario de León

fórmula 1. gran premio de malasia

Victoria épica y liderato para Alonso

El piloto asturiano termina por delante de Sergio Pérez en una accidentada carrera que se detuvo por la lluvia.

El piloto español de Fórmula 1 Fernando Alonso, de la escudería Ferrari, celebra su victoria en el Gran Premio de Malasia, celebrado en el circuito de Sepang, en Kuala Lumpur.

El piloto español de Fórmula 1 Fernando Alonso, de la escudería Ferrari, celebra su victoria en el Gran Premio de Malasia, celebrado en el circuito de Sepang, en Kuala Lumpur.

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david de castro | Kuala Lumpur
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‘Mágico, P1’. Esta era el mensaje que leyó Fernando Alonso cuando pasó en primera posición en la meta del Gran Premio de Malasia. El piloto español sumó este fin de semana su victoria número 28, en el mismo asfalto donde hace nueve años marcó su primera pole y su primer podio, y nueve meses después de la última, lograda en el Gran Premio de Gran Bretaña de 2011. También aquí, en Sepang, debutó en el cajón el que tiene todas las papeletas para ser su compañero, a mucho tardar, el año que viene.

Sergio Pérez fue el gran coprotagonista de una de las carreras más emocionantes de los últimos tiempos en la Fórmula 1, y donde incluso rozó la victoria. Un pequeño error le privó de disputarle el triunfo al español en las últimas cinco vueltas, pero se presentó en sociedad de la mejor manera posible.

La lluvia amenazó durante toda la mañana sobre Sepang. Las nubes y las tormentas que se oían desde lejos, descargaron justo antes del banderazo de salida, mientras algunos pilotos incluso daban la vuelta de formación. El propio Michael Schumacher fue el que encendió las alarmas con un aviso: «Está lloviendo mucho».

Ocho vueltas después, y cuando Hamilton, Button y un arriesgado Sergio Pérez —que había sido el primero en poner neumáticos de lluvia extrema— lideraban la prueba, dirección de carrera decidió que la visibilidad en muchas partes del circuito era lo suficientemente mala como para neutralizar la carrera.

Desde el 2010, toda actuación en el muro de Ferrari se mira con lupa. Por ello, su actuación cuando se secó la pista era fundamental. Button perdió toda opción de mejora cuando se topó con el HRT de Narain Karthikeyan y rompió su alerón delantero. Un rival menos por arriba. Vettel, que ya estaba sufriendo, también acabó dándose, precisamente, contra el duro —como ha demostrado en esta carrera— HRT F112 del piloto indio. Otro de los ‘cocos’ fuera de juego.

Solo quedaba Hamilton, pero también con el MP4-27 del ‘pole man’ tuvieron problemas en boxes, y acabó cediendo hasta quedarse en una cómoda tercer aposición. Mientras, a Fernando Alonso le salió todo bien. Entró en boxes cuando debía, salió todo a la perfección, y el piloto asturiano salió de boxes, a falta de unas 30 vueltas, en primer puesto.

El español volaba sobre el trazado malasio, con unos neumáticos que empezaban a sufrir demasiado conforme en la pista se iba secando. Por detrás, le iban informando de que Sergio Pérez estaba atrapándole. La amenaza de lluvia regresó, y los nervios se encresparon en todos los boxes.

No obstante, el agua no acababa de caer y conforme se iba haciendo carril, el Sauber del mexicano volaba.

En Toro Rosso se la jugaron. Obviando al radar meteorológico, Daniel Ricciardo montó neumáticos de seco —el primero— y en cuanto comenzó a bajar del orden de un segundo por vuelta, todos le copiaron... aunque con matices.

Fernando Alonso montó neumáticos de seco, sí, pero el compuesto medio, mientras que su rival por la victoria, Sergio Pérez, puso los duros.

Faltaban quince vueltas para el final, y los tiempos se mostraban demasiado parejos como para fastidiarlo con una mala estrategia. El español voló, pero no lo suficiente como para escaparse del mexicano.

Checo roza la ‘heroica’. En la recta final de la carrera se notaron las carencias del Ferrari de esta temporada. La falta de competitividad del F2012 salieron a relucir al final, cuando los neumáticos de Pérez encontraron su punto óptimo y empezó a bajar el cronómetro. A apenas seis vueltas del final, solo media décima separaban al mexicano del español, y este sabía que, en cuanto el Sauber estuviera a tiro del DRS en la recta de meta, no iba a poder resistirle. Por la radio, le pedían tranquilidad a ‘Checo’. «No pierdas la posición, Sergio, tranquilo», un mensaje del ingeniero que llegó justo antes de que se saliera de pista. Alonso respiró tranquilo. Sabía que su 28ª victoria estaba en su mano, solo tenía que evitar un error. Y volvió a hacerlo.

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