pesca. apertura de la temporada truchera
Ríos bajos y pocas capturas
La ausencia de precipitaciones y la masificación de pescadores enturbian una jornada primaveral, la primera de la nueva temporada truchera.
Jornada primaveral, con tiempo soleado, que acompañó a los pescadores que iniciaron la temporada truchera en los ríos leoneses. El día, que amaneció despejado y un poco fresco, fue templando a lo largo de la mañana a la par que las orillas de los ríos se llenaban de aficionados.
Especialmente masiva fue la afluencia en los tramos libres del Órbigo, donde resultaba casi imposible guardar la distancia reglamentaria entre pescadores. Los cotos al completo, incluso Marne que hace dos semanas disponía de 30 permisos sobrantes. A lo largo de la jornada y, mientras los mas madrugadores recogían los aparejos, otros iban llegando para practicar la pesca con mosca.
En el ánimo de todos, la preocupación por la intensa sequía que se viene padeciendo y la esperanza de que a partir del jueves comiéncen las anunciadas lluvias.
No bajan los ríos en buenas condiciones a pesar de que en la última semana los regulados han repuntado ligeramente. La situación en cuanto a caudales bajos y una temperatura del agua bastante fría sigue siendo mala para la pesca.
No hay heladas o son muy débiles y, al no cortarse los deshielos siguen bajando frías. A las cinco de la tarde, se había pescado muy poco en la mayoría de los ríos. En el Sil, como ya viene siendo habitual, se consiguió alguna captura de buen tamaño y se pescó relativamente bien en el intensivo, pero hubo muchos pescadores que no lograron una sola trucha. Los cotos de Pereje y Villafranca no abrieron, pero sí los tramos libres donde se pescaron algunas «iris» y donde las «pintonas» se movieron bien desde las dos de la tarde, según confirman los pescadores. Mal en el Esla, pese a que baja con un caudal medio-bajo y donde los ceros fueron la tónica general, incluso en los cotos, y ello a pesar de que en el curso bajo eclosionó prosarnosa en grandes cantidades, pero ni una cebada a la vista. Un poco mejor en el Porma donde se conseguían algunas capturas pese a que los fondos están muy sucios por ausencia de riadas.
El río Órbigo, pese a bajar con poca agua, ofreció resultados variables. Se pescó bien en los cotos, pero en los tramos libres se pescó peor debido a la masificación. No obstante casi todos los aficionados lograban alguna trucha. En el puente de Hospital, por debajo de Santa Marina, se había corrido la noticia de repoblaciones, pero la masificación truncó la posibilidad de pescar bien.