La Deportiva allana el camino

La Ponferradina dejó casi vista para sentencia en Pamplona su clasificación para la fase de ascenso a Segunda con una victoria por la mínima ante el filial del Atlético Osasuna (0-1). La estrategia dio una valiosa victoria a los bercianos, que jugaron con oficio para mantener el resultado ante un Osasuna Promesas que llevó el control pero fue incapaz de intimidar a los porteros visitantes.

Después de unos minutos iniciales de tanteo, fue el filial rojillo el que se hizo con el control del balón, mientras los de Barragán esperaban agazapados su oportunidad de salir a la contra aprovechando la presión adelantada de Osasuna.

Los de Miguel Merino lo intentaron, pero casi todas las acciones morían en tres cuartos gracias a la buena actuación de la defensa de la Ponferradina. De hecho, la primera ocasión peligrosa llegó a la media hora y la tuvo Borja Sánchez. Imanol Elías, el guardameta local, la desbarató despejando con mucho acierto el balón.

El juego de ambos equipos moría casi siempre en el centro del campo, excesivamente poblado. Los rojillos intentaban jugar el balón, pero la Ponferradina no tenía prisa. En el 42 avisó Jonathan con un disparo que Elías tuvo que enviar a córner. En el saque de esquina posterior fue Carlos Ruiz el que consiguió empalmar a la perfección un balón a la media vuelta para inaugurar el marcador. Con eso le bastó a la Ponferradina, que durante el resto del encuentro se limitó a controlar bien el partido dejando una buena sensación en Tajonar.

Al filo del descanso llegó la acción más polémica del encuentro. Roberto Torres encaró el área desde la banda, intentó centrar el balón, y la defensa interceptó el balón con la mano al lanzarse en plancha a por la pelota. El colegiado entendió que no había voluntariedad y no señaló la pena máxima ante las portestas locales.

Segunda parte

Tras el paso por vestuarios, Osasuna Promesas se hizo claro dominador del choque. La Ponferradina pudo pagar su rácano planteamiento en este segundo periodo, pero le bastó con imponer su oficio para desarbolar a los hombres de Merino, que dominaban sin crear apenas peligro.

Orlando Quintana tuvo que dejar lesionado su sitio a Urtzi, pero si el primero había tenido poco trabajo, el segundo apenas tuvo que intervenir algo más. Merino movió entonces su banquillo para intentar buscar el empate.

Osasuna lo intentó con Manuel en punta, pero fue incapaz de traducir su dominio en remates. Un disparo lejano y alto de Navarro en el minuto setenta fue lo más peligroso de los primeros veinticinco minutos. El filial osasunista volvió a reclamar entonces una segunda mano en el área, que tampoco señaló el colegiado y que en cualquier caso fue menos clara que la primera.

Los locales apretaron al final con varias acciones peligrosas de Calderón por la banda derecha, pero la Ponferradina resistió bien sin dar sensación de pasar realmente agobios. A pesar de ello, el empate podía llegar en cualquier acción de estrategia. Roberto Torres lo buscó, pero no tuvo fortuna ante la portería de Urtzi.

Con el filial rojillo volcado en busca del premio del empate, la Ponferradina dispuso de su única ocasión en este tiempo y la más clara. Jonathan se plantó solo ante Elías y el guardameta navarro consiguió rechazar el balón por bajo. El rechace fue aprovechado entonces por Isaías para conectar un potente disparo que se estrelló en el larguero con Elías ya batido.

No hubo tiempo para más, y la Ponferradina se llevó los tres puntos con mucho oficio en un partido en el que lo más lógico por las ocasiones de uno y otro equipo hubiese sido un empate.