España estará en Londres

La selección española cumplió con los pronósticos y certificó su presencia en los Juegos Olímpicos de Londres, donde tratará de mejorar el bronce conquistado hace cuatro años en Pekín, tras imponerse por un contundente 20-28 a Argelia, en un plácido duelo para el equipo español.

En ataque, España apostó por la presencia del central Daniel Sarmiento, un consumado penetrador, para aprovechar al máximo los numerosos espacios dejados por la profundísima defensa norteafricana. La receta no tardó en dar frutos al equipo, que en apenas diez minutos ya marchaba con una cómoda ventaja de tres tantos (1-4).

Pero si algo tiene Argelia, como ya evidenció en la jornada inaugural ante Polonia, es una inquebrantable voluntad que le permite aferrarse a los partidos.

Un carácter indomable que permitió a los argelinos sobrevivir a la excelente actuación del meta José Manuel Sierra, que cerró la primera mitad con un cincuenta por ciento de paradas, y llegar a nueve minutos para el descanso con una desventaja de tan sólo dos goles (6-8) en el marcador. Pero las diferencias entre el vigente subcampeón de África y el cuarto clasificado en el último Europeo son tan amplias, que a España le bastó con prestar un poco más de atención a los pequeños detalles para llegar al tiempo de receso con unos tranquilizadores cinco goles (9-14) de diferencia.

La renta no dejó de crecer en la segunda mitad, en la que España pareció maniatar, al menos de inicio, al pivote Mohamed Mokrani, autor de cuatro de los nueve goles de los argelinos en el primer tiempo.

El conjunto argelino no dudó en recurrir a una defensa individual por todo el campo, con España en inferioridad numérica, para tratar de frenar la escapada en el tanteador de la selección española, que llegó ganar hasta por nueve goles (12-21). Diferencia que los norteafricanos apenas pudieron maquillar (20-28) ante el sensacional encuentro de Sierra, que decidió regalar a su compañero de portería, José Javier Hombrados, que ayer cumplió 40 años, una actuación digna del capitán español, eso sí, acompañada de un billete para Londres.