Mujeres con bastón de mando en el fútbol

Llegaron en algunos casos sin tener mucho conocimiento de este deporte pero con un deseo claro: evitar la desaparición de sus clubes. Su camino no ha sido de rosas pero tampoco se consideran minusvaloradas por todos los estamentos de un deporte que parece abandonar esa aureola de cierto machismo que durante décadas parecía rodearle. Son siete aunque sólo seis acudieron a la cita (la presidenta del Llagostera no pudo hacerlo por motivos laborales) y esperan que con el paso de los años puedan ser muchas más. En Astorga demostraron que tienen las ideas claras y la concepción de que las mujeres, tal vez porque acostumbran a llevar la economía de sus hogares y luego de las empresas que gestionan, saben emplear mejor los recursos económicos de que disponen.

Y todo en un deporte que como ellas mismas aseguran, debe cambiar. «Estamos viviendo en el fútbol por encima de nuestras posibilidades. No se puede consentir que un club gasta más de lo que genera», precisan.

La capital maragata y la presidenta del Astorga tuvo en su día la iniciativa de reunir a todas sus compañeras en los clubes de categoría nacional. Y después de unos meses ese sueño se hacía ayer realidad para Sagrario González. Junto a la anfitriona también contaron con su cuota de protagonismo otra presidenta de un club leonés, el Huracán Z, María Teresa Lage, así como las mandatarias del Leganés de Segunda División B María Victoria Pavón, el Atlético Vianés, Nieves Miranda (la más veterana de todas ellas en el cargo con diez años siendo la tercera tras Amelia del Castillo y María Teresa Rivero en ocupar un puesto de tan alta responsabilidad), Azuqueca a cargo de Elisabet Castrejana y Tauste con Mari Carmen Castillo. El acto pretende perdurar en el tiempo con un carácter anual y que contó con una reunión de trabajo y un posterior almuerzo al que acudió también otra mujer con bastón de mando, en este caso municipal, la alcaldesa Victorina Alonso.

Las presidentas reclamaron el compromiso de todos «para que en este deporte impere la cordura, el realismo en los presupuestos y una economía más acorde con los tiempos. Porque en el fútbol, salvo los equipos de Primera y Segunda, en otras categorías es complicado que un jugador pueda vivir de esto. Él no tiene la culpa de lo que se le promete pero es inverosímil que en Tercera haya fichas con 3.000 euros mensuales».