balonmano. Liga de campeones
Treinta marca el límite
No encajar más de treinta goles es el reto con el que el Reale Ademar afronta el partido de vuelta ante el Füchse Berlín con la vista puesta en la Final Four.
El último paso antes de alcanzar la Final Four de Colonia se escribe con números. La primera cifra, por rotunda, son los once goles de ventaja (23-34) con que el Reale Ademar acude a la cita mañana domingo ante el Füchse Berlín. Pero el equipo leonés maneja otras dos. Por una parte los treinta tantos que se ha puesto el equipo como tope para encajar en el feudo germano, el Max Schmelling Halle con capacidad para 8.000 espectadores. Y por otra superar los 23 goles que el conjunto berlinés sumó en la ida para obligar al equipo entrenado por Dagur Sigurdsson a tener que ganar por doce goles si quiere meterse en la final a cuatro con los mejores equipos del continente.
En todo caso, marcarle más de treinta goles al equipo leonés no es tarea sencilla. En esta edición de la Liga de Campeones sólo en tres ocasiones su portería ha sido batida en más de una treintena de ocasiones. Y las tres en la fase de grupos inicial. Cayó en su debut europeo en su visita al Montpellier francés por 38-34. Ante el Pick Szeged húngaro encajó 31 goles pero ese partido guarda un recuerdo dulce para los ademaristas porque firmaron una gran victoria en la cancha magiar: 31-35. Y su mayor derrota fue ante el topoderoso Kiel alemán por 38-28.
No sobrepasar la treintena de goles recibidos es un reto para el equipo de Isidoro Martínez en su desplazamiento a Alemania. Eso implique que la defensa y la portería funcionen al magnífico nivel que lo han hecho en los últimos encuentros, tanto en liga como Champions. Si lo logran es evidente que la eliminatoria estará sentenciada y su clasificación para la Final Four será un hecho firmando otra página histórica para el ademarismo. Y si el Reale Ademar hace uno más que los alemanes en la ida, es decir suma al menos 24 goles, obligaría a los berlineses a llegar a los 36 para intentar la machada de darle la vuela a una eliminatoria que tienen difícil pero no imposible como lo demuestra el precedente de Celje, cuando en el 2003 el Ademar viajó a Eslovenia con una renta de trece goles y acabó apeado de Europa.
Y porque recuerda perfectamente esa desgracia el técnico ademarista, Isidoro Martínez mantiene el mismo discurso que pronunció al terminar el encuentro de ida: «En Berlín vamos a salir a ganar, no a especular con el resultado». El equipo leonés será fiel a su juego y a sus señas de identidad y eso es lo mejor para evitar sorpresas desagradables.