BALONCESTO. LIGA ACB
El Estudiantes deja la élite
El club colegial, el único con Madrid y Joventut que ha militado siempre en la máxima categoría, llora la tragedia de su descenso.
El Asefa Estudiantes consumó el primer descenso de su historia, al perder ante el UCAM Murcia (80-86), que salvó la categoría en esta última jornada. El equipo madrileño necesitaba ganar y, dependiendo de la combinación de otros resultados, hacerlo por catorce puntos.
Hubo momentos que pareció tenerlo en su mano, pero en un último cuarto nefasto el conjunto de Trifón Poch, al ver que la empresa era cada vez más complicada, echó el trabajo por la borda, lo que aprovechó el UCAM Murcia para remontar, llevarse el partido y la permanencia en plena tragedia de la afición que llenó el Palacio de los Deportes y que dio una auténtica lección de apoyo a los ‘colegiales’.
El Asefa Estudiantes había estado otras campañas cerca del descenso, pero lo había conseguido solventar a tiempo. En esta ocasión no pudo ser y acompañará al Blancos de Rueda Valladolid camino de la Adecco Oro en el último partido de un emblema como Carlos Jiménez tras una dilatada y exitosa trayectoria, con el título mundial de Japón incluido.
El peor día del club
Estudiantes llora así la mayor tragedia de sus 64 años de historia, la del descenso, lo que deja huérfana a la máxima competición nacional, que siempre contó con su participación junto a Joventut y Real Madrid.
Atrás quedan los sueños de Antonio Magariños, catedrático de latín del instituto Ramiro de Maeztu, y de tantas y tantas generaciones de jugadores, entrenadores y aficionados que protagonizaron y cantaron las gestas de un equipo de patio de colegio que se codeó, en su momento, con la elite española y europea de la canasta.
Hablar de la historia del Estudiantes es hacerlo de la historia del baloncesto español. De los Díaz Miguel, Vicente Ramos, José Luis y Gonzalo Sagi-Vela, las tres generaciones de los Martínez Arroyo, Fernando Martín, Felipe y Alfonso Reyes, Estrada, Azofra, Antúnez, Herreros, Jiménez, Ignacio Pinedo, Montero, Codina y García Reneses. Ahora toca remar en la segunda categoría del baloncesto para que ese sabor amargo del descenso dure lo menos posible.