CICLISMO. Giro de Italia
Cavendish se adueña del esprint
El británico se impone en la primera llegada masiva de la ronda italiana tras aprovechar una caída en el tramo final. Phinney mantiene el liderato.
El británico Mark Cavendish, campeón mundial, se apuntó la primera llegada masiva del Giro de Italia 2012 constatando su condición de esprinter. El ciclista británico logró abrirse hueco por el centro del grupo para batir cómodamente en la meta de Herning al australiano Matthew Goss (GreenEdge) después de pedalear durante 4 horas, 53 minutos y 12 segundos. El estadounidense Taylor Phinney (BMC), vencedor en la crono del sábado, conserva la maglia rosa de líder.
En cuanto a la película de la etap, en el kilómetro 15 saltaban Alfredo Balloni (Farnese), Olivier Kaisen (Lotto) y Miguel Rubiano (Androni), que en apenas una hora cobraron doce minutos de ventaja sobre el pelotón.
Los equipos de los mejores velocistas sólo empezaron a trabajar en los cien últimos kilómetros, después de pasar la única dificultad de la jornada, el alto de Ostenberg, de cuarta categoría. A partir de ahí, el Sky del británico Mark Cavendish, el mejor velocista del pelotón, se tomó en serio la tarea de caza, en la que empezaron a colaborar el BMC y el Saxo Bank. La diferencia de los fugados fue cayendo a razón de un minuto cada diez kilómetros. El pelotón, con todos los esprinters bien colocados arriba, volvió a relajarse tras dejar la ventaja de los fugados por debajo de los tres minutos a 60 km. de la meta.
El maillot arco iris del campeón mundial, Cavendish, aparecía en una cómoda quinta posición. El británico marchaba precedido por cinco de sus compañeros del Sky, dispuestos a controlar la carrera en los 50 últimos kilómetros.
La fuerza del pelotón
La escapada murió bajo la pancarta de 40 kilómetros e inmediatamente saltó del grupo Lars Bak (Lotto), tercero el año pasado en el Gran Premio de Herning, que llegaba a casa. El Sky británico tuvo que regresar al trabajo porque el danés había cobrado 46 segundos de ventaja a 25 km. del final.
El intento de Bak resultó baldío. El danés fue atrapado a 17 km. de meta y a partir de ahí el Sky, marcado de cerca por el Liquigas, no consintió más aventuras. A 8 kilómetros del final, una avería en la cadena dejó descolgado al líder, Taylor Phinney, que durante unos segundos fue remolcado por el coche de su equipo. El estadounidense, con la ayuda de tres compañeros, se reintegró al pelotón a cuatro de meta. Y ya en plena lucha por la volata una caída reducía los candidatos en el esprint. En ese cara o cruz Cavendish demostró ser más listo y eficaz para hacerse con la victoria parcial.