NEPTUNO GANA LA PARTIDA A LA GABARRA
Risas y llantos en rojiblanco
Jugadores y afición de Atlético y Athletic hacen grande al fútbol con su deportividad. El campeón hizo el pasillo al derrotado.
Fue una final bella. Y con señorío. Diego Pablo Simeone, el entrenador del Atlético de Madrid, fue uno por uno dando la mano a todos los componentes de la plantilla del Athletic para saludarlos y consolarlos. Especialmente significativas fueron las lágrimas de Muniain, inconsolable muchos minutos después de que hubiese terminado la final.
Simeone ordenó además a todos sus jugadores que hicieran el pasillo a los jugadores del Athletic antes de que subiesen al palco. Además, el técnico argentino no quiso celebrarlo a lo grande con los jugadores y se quedó en un discreto segundo plano. Su cara de felicidad a ras de césped mientras Antonio López y Gabi levantaban la Copa lo decía absolurtamente todo.
Una final entre dos equipos que por encima de la rivalidad deportiva demostró que la esencia del fútbol corre por sus venas. En rojiblanco, unos con alegría y otros con tristeza, ambos hicieron grande al fútbol.