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Múnich elige al nuevo monarca
El valiente Bayern es el gran favorito para conquistar en su feudo su quinta Copa de Europa frente al ultradefensivo Chelsea de Torres y Mata.
No son los dos mejores equipos de Europa, pero han acabado con los principales favoritos y hoy (20.45 horas, La 1) lucharán por el trono continental en una inesperada final que estaba destinada al Barcelona y al Real Madrid.
Ahora es el Bayern el que está llamado a levantar en su propia casa la que sería la quinta Copa de Europa de su historia. Tratará de impedirlo el Chelsea, que jugó sus armas en la afortunada semifinal ante el vigente campeón y está ante la oportunidad de hacer realidad el sueño de Roman Abramovich casi una década después del aterrizaje del multimillonario ruso. Para el Bayern, tras haber perdido la Bundesliga y ser vapuleado en la Copa de Alemania, toda la temporada se reduce ya a este partido.
El Chelsea fracasó en la ‘Premier’, pero acude reforzado psicológicamente a su segunda final de la ‘Champions’ tras ganar la Copa inglesa y, aunque llega mermado a la cita, se presenta sin tanta presión como la que rodea a los germanos. «La victoria sería la más importante de la historia del club», ha llegado a proclamar el presidente del Bayern, Uli Hoeness.
Salvo en la semifinal ante el Madrid resuelta por penaltis, el Bayern ha sufrido bastante menos que el Chelsea para llegar al duelo definitivo.
Será un enfrentamiento de estilos contrapuestos. Valiente, insistente en la ofensiva y contundente el de los alemanes. Ultradefensivo, muy físico y volcado a la eficacia el de los ingleses.
Superior al Chelsea, el Bayern ha ganado los siete partidos que ha disputado en el Allianz Arena y solo le queda confirmar su condición de gran favorito ante sus aficionados, pero también tendrá que luchar contra la maldición del anfitrión. Ningún equipo, desde hace ya 20 años, ha ganado el título con el nuevo formato de ‘Champions’ en casa. La gloria espera ahora en Múnich al Bayern. Antes de arrancar la competición era la tercera vía y no se ha dejado intimidar, aunque su cartel conlleva una ansiedad de la que deberá abstraerse. No es el Bayern, como buen alemán, en este caso el más destacado de todos los tiempos, un equipo que se asuste. Aunque esté en peligro y apenas le quede tiempo, nunca dejará de intentarlo, como ocurrió con el gol marcado por Mario Gómez -a la postre decisivo-, en el último minuto de la ida ante el Madrid, pero el Chelsea también es competitivo y presume de aguante.
El Bayern quiso jugar y no descansó hasta conseguir su objetivo en los dos partidos de semifinales. El Chelsea, casi colgado del larguero y superviviente de milagro, rechazó el fútbol en su doble duelo ante los azulgrana, pero también salió triunfante. Así se prevé la final: con los alemanes al ataque y sin dejar de empujar e intentarlo, y los ingleses entregados a la destrucción y la defensa a la espera de golpear a la contra. También en esta faceta es temible el Bayern, con un ataque formado por Robben, Müller, Ribéry y Mario Gómez. La experiencia, sobre el terreno de juego y en los banquillos, es otro factor que juega a favor de los germanos. La esperanza del Chelsea es ahora Drogba.