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isidoro martínez | entrenador del reale ademar

«No me gusta estar en un sitio donde no quieren que esté»

Isidoro considera que la afición le ha tratado injustamente.

León

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Isidoro Martínez ha pasado de querido a odiado por una afición que le achaca parte de culpa para la no continuidad de Krivochlykov en el Ademar. La nula sintonía entre entrenador y jugador quedaba reflejada en la no convocatoria del ruso para el encuentro del Barcelona y la respuesta de este que aseguraba que las justificaciones dadas sobre sus problemas físicos no eran ciertas.

Y en ese desencuentro la afición ha tomado partida por el que durante los últimos 12 años ha sido uno de los estandartes del club. Los silbidos en el Palacio contra Isidoro así lo constataron.

—¿Como se siente después de lo acontecido en el Palacio donde la afición del Ademar le reprochaba su actitud con Denis?

—Cada uno es libre de tener su opinión, pero sin faltar al respeto. En el plano deportivo no creo que me puedan reprochar nada. Sellar la tercera posición en la liga dos jornadas antes del final, llegar a la final de la Copa Asobal y rendir en Champions por encima de las posibilidades de la plantilla es para estar satisfechos. Aparte de ello me queda un profundo dolor por el desprecio con el que me han tratado.

—La no convocatoria de Denis en el partido que debía ser el de la despedida ante la afición, ¿ha sido el detonante de todo?

—La decisión de no convocarle no nace de ningún capricho mío. Un entrenador no tira piedras sobre su tejado. Soy consecuente con mis decisiones, aunque me equivoque. Y en este caso creí oportuno no convocarle por los problemas físicos que arrastraba y que le impidieron entrenar con normalidad, nada más. Por eso creo que se ha actuado conmigo de una forma sucia y traicionera, de alguien que quiere hacer daño a este club y cree que haciéndomelo a mí tiene parte del camino recorrido.

—Lo que no se puede negar es que su relación con Denis no ha sido la mejor en los últimos tiempos.

—Denis ha sido un jugador muy importante para el Ademar e incluso si a alguien se le olvida yo hice bastante porque viniera. Pero no se puede vivir del pasado. Quizás me he equivocado en la forma de tratar este tema. Desde enero lo he pasado bastante mal.

—Una afición que antes le aplaudía y ahora reprocha su comportamiento es un mal acompañante de viaje.

—Creo que tienen una visión de la situación que, aunque respeto, no se corresponde con lo que realmente ha pasado. Mi deseo es que esto no quede ahí porque no me gusta estar en un sitio donde no quieren que esté. Ahora mismo la gente no está contenta conmigo y eso me duele. Además, para dar lo mejor de uno tienes que estar feliz y yo ahora mismo no lo estoy. Eso sí, que nadie lo dude, si consideran que no soy el entrenador idóneo y que otro lo puede hacer mejor no voy a ser impedimento alguno. Lo que está claro es que llevo aquí toda la vida, en un club que considero una parte de mí, y escuchar comentarios como los que me dedicaron el domingo te hacen sentir realmente mal.

—Significa eso que arroja la toalla.

—Ese no es mi estilo. Pero debo reflexionar y replantearme algunas cosas. El domingo, si he de ser sincero, estaba bastante decaído pero con el paso de las horas las cosas se ven más calmadas. Lo que está claro es que tal vez no he sabido gestionar un tema que surgió en su momento, allá por enero, y que me ha dado muchos dolores de cabeza. No creo que aquí haya buenos y malos. Pero en mi caso no creo que haya obrado de manera mezquina. A lo mejor otros sí.

—¿Cree que por parte de la directiva se considera lo suficientemente arropado?

—Mi relación con ellos es la correcta. Considero que cada uno tiene que desempeñar un papel. Ellos se han vaciado en la gestión administrativa del club buscando soluciones a los problemas económicos. Y es digno de alabar. Quizás les ha faltado estar un poco más cerca del equipo en el aspecto humano.