Claudio recupera a Jony y Mateo

La fase de ascenso de la Deportiva este 2012 parece estar siguiendo una serie de ciclos que se repiten en cada eliminatoria. El primero de ellos, enfrentarse a un equipo del grupo IV. El segundo, afrontar la ida de cada eliminatoria con bajas más o menos sensibles, como las de Fofo, Didac y Borja en Jaén o las de Jonathan y Mateo el sábado en el Ciudad de Lucena. El tercero, y también el más peligroso, comenzar perdiendo el primer partido por la mínima, obligando a hacer bueno el factor campo para ganar la eliminatoria. De momento, ante el Lucena se han cumplido casi todos, a la espera de lo que pase este sábado en El Toralín.

La derrota en Lucena fue quizá más dolorosa que la de Jaén, ya que a diferencia de lo ocurrido en La Victoria, esta vez fue la Deportiva la que se puso por delante en el marcador e incluso tuvo unos minutos de desconcierto del rival tras el tanto de Yuri que permitían pensar que los de Claudio Barragán podrían marcar el segundo y dejar la eliminatoria de cara para el partido de vuelta. No fue así, y el equipo lucentino consiguió dar la vuelta al marcador para llegar a Ponferrada con un tanto de ventaja que puede ser oro para los de Falete.

A pesar del palo de la derrota, en la capital berciana hay un relativo optimismo de cara al partido del sábado en El Toralín, empezando porque el feudo blanquiazul volverá a ser una caldera rugiente que se encargue de llevar en volandas a los suyos. Nada más terminar el partido, era el propio Claudio el que mostraba su confianza en que el público ponferradino esté, como poco, al mismo nivel que en el partido ante el Real Jaén, y el ánimo de los aficionados hace prever que el estadio deportivista presentará un aspecto incluso mejor para ver la resolución de esta eliminatoria.

Para confiar en la remontada, hay que retomar los ciclos sugeridos más arriba. En la vuelta ante el Lucena, Claudio recuperará a dos piezas fundamentales en el juego de la Deportiva, como son Jonathan y Mateo. El primero es el que sujeta el centro del campo de los bercianos, solvente en la recuperación y rápido y seguro a la hora de buscar a sus compañeros cuando se trata de iniciar el juego de ataque. El segundo es la imaginación y la inteligencia en la zona entre líneas, donde más daño se hace a la defensa rival y donde surgen las jugadas de auténtico peligro.

Además, El Toralín será un punto a favor de los blanquiazules, no solo por el empuje de la afición desde las gradas sino también, en este caso, por el propio rectángulo de juego. En efecto, la Deportiva acusó la hierba artificial del Ciudad de Lucena, y lo hizo en dos momentos críticos del partido. De inicio, mientras los jugadores deportivistas trataban de pillarle el truco al bote del balón y a los apoyos para moverse con naturalidad, el Lucena aprovechó para lanzar una auténtica carga de caballería que, por suerte para los de Claudio, se saldó sin más daños que las llegadas con peligro al área de Orlando y algún susto en los saques de esquina de Javi Lara.

El segundo momento fue en la segunda mitad, cuando el tapiz empezó a hacer mella en el físico de los jugadores. Claudio reconoció que los cambios de Pepe Alcaide y Yuri llegaron forzados por las molestias de ambos jugadores, y algunos compañeros más sufrieron calambres y pequeños problemas musculares durante los últimos minutos del partido.

El césped del Toralín, regado como le gusta a Claudio para que la pelota corra y su equipo pueda desplegar su velocidad en el juego de ataque, será muy distinto a la seca hierba artificial de Lucena y por ahí pueden llegar muchas opciones para la Deportiva.