EUROCOPA
Paso al frente de Del Bosque
El seleccionador asume personalmente todas las críticas y extiende un manto protector para evitar que salpiquen al grupo en una semana decisiva.
Vicente del Bosque ha tenido que extender su manto protector en el cuartel general de Polonia para focalizar en su persona todas las críticas procedentes del mundo exterior y evitar que salpiquen al grupo, al que quiere tener relajado y al margen de polémicas en una semana decisiva que culminará el sábado con el exigente enfrentamiento de cuartos de final ante Francia.
El seleccionador se ha visto obligado a dar un paso al frente y poner las cosas en su sitio al considerar que los recelos sobre el equipo son infundados y ante el temor de que el poso de pesimismo que llega desde parte del entorno pueda colarse entre los pasillos del hotel de concentración y encuentre una rendija para penetrar en las habitaciones de los futbolistas. Las dudas son las peores consejeras en un torneo corto e inmisericorde con los errores como es una Eurocopa, sobre todo cuando llegan las eliminatorias a vida o muerte.
El técnico salmantino desea pasar página, levantar un muro infranqueable entre el pasado y el futuro, entre la fase de grupos y el partido ante los galos. Es un objetivo casi imposible porque la mayoría de los intentos de poner puertas al campo han fracasado, pero con sus contundentes palabras del martes ha tratado de minimizar el impacto sonoro del ruido que se escucha en el círculo más próximo a ‘La Roja’ para preservar la paz de Gniewino.
Del Bosque es consciente de que si ese estruendo se volviera ensordecedor, las posibilidades de controlarlo serían nulas y podría convertirse en un enemigo invisible y sin embargo mucho más peligroso que la propia Francia. La campeona continental y del mundo juega contra sí misma en esta competición por su condición de favorita, y el entrenador pretende que esa presión únicamente sea deportiva. Cualquier mínimo seísmo podría desestabilizar ahora los cimientos del colectivo
Resulta en apariencia contradictorio que el seleccionador se haya visto forzado a mantener la frescura en el ambiente después de que España se haya clasificado como primera de grupo con sendas victorias ante la República de Irlanda y Croacia y un empate ante Italia. Es decir, invicta y con un solo gol en contra.
En épocas pasadas, cuando ‘La Roja’ aún creía en las maldiciones, estos resultados hubieran desatado la euforia entre la afición. Pero el escenario ha cambiado. Ya no solo vale ganar, sino que hay que hacerlo con buen juego y con holgura. Y, si eso no ocurre, el debate sobre tal o cual disposición táctica es inmediato. Esta vez se ha producido con el ‘9’ falso o puro y, en menor medida, con la titularidad de Arbeloa y la necesidad del doble pivote.
Valdés lo defiende
Víctor Valdés, portero de la selección española, aseguró que no entiende ni comparte las críticas al entrenador. «Las críticas a Del Bosque ni las entiendo ni las comparto. En el fútbol, a veces, te pueden salir mejor o peor las cosas, se ha visto que los rivales también nos conocen un poco más y los resultados están ahí. Por tanto, el objetivo prioritario es pensar en el partido de cuartos con Francia y en nada más», valoró.
«Al margen de que se juegue bien o mal, el contrario te puede crear una situación más complicada de superar. Creo que el entrenador ha acertado en todo lo que ha hecho desde que entró en la selección hasta ahora», defendió.