Un partido, dos colores y un grito
«¡Yuri, Yuri, Yuri!», gritaron el medio millar de ponferradinos que se concentraron ayer en la carpa montada a la entrada de El Toralín. Cuando el balón entró en la portería, la tensión acumulada se dispersó en todo tipo de cánticos, pero el más seguido era el que hacía referencia a que la Deportiva ya estaba en Segunda. Todo Ponferrada estaba volcada ayer con su equipo. La ciudad se despertó vestida con los colores blanquiazul y todas las conversaciones giraban en torno a lo que iban a hacer los once jugadores. Todo el mundo lucía la camiseta con rayas, en la plaza Fernando Miranda las televisiones copaban frente a frente todas las miradas, como en la parte alta y como el interior de las casas. El partido, como en la carpa de El Toralín que montaron las peñas, la emisión de la TVG2 llegaba en gallego. El sol de justicia fue implacable, pero la fidelidad de la afición de la Ponferradina lo fue más y se mantuvo firme en sus sillas, sentada en el suelo o buscando la más pequeña sombra. El olor del churrasco, que se repartió en el descanso, animó también a los estómagos de una afición que durante semanas ha mantenido su espíritu alto y con el objetivo cumplido ayer: poner a sus jugadores en la Segunda División. «¡Nos vamos a la fuente, oe, oe, oe!», era el coro oficial con el segundo gol. Nada empañó el tanto que marcaron los chicharreros a punto de que finalizara el encuentro celebrado en Tenerife.