los dos capitanes
Gianluigi Buffon e Iker Casillas protagonizarán en la final de la Eurocopa un duelo bajo los palos que invita a la comparación. Ambos son los capitanes de sus selecciones y, desde la portería, sostienen a sus equipos con carisma dentro y fuera del campo. Con vidas diferentes, pero con carreras paralelas, son los símbolos de dos países que luchan por un título.
«No soy galáctico, soy de Móstoles». Esa frase resume la humildad de Iker y unos orígenes que nunca olvida y protege. Su familia no sale en los medios y no tiene presencia pública. Mientras, su homólogo en el puesto está acostumbrado a ver a su gente en la televisión. Su madre, ex lanzadora de peso, y sus hermanas, jugadoras de voleibol, acostumbran a aparecer en programas de la pequeña pantalla.
Y, al contrario que Iker, «Giggi» tiene genes que le invitaron a desarrollar su profesión. Su tío, Lorenzo Buffon, fue guardameta de equipos como Milán, Génova o Inter entre 1949 y 1965 y llegó a defender en el Mundial de Chile de 1962 la elástica italiana.