Un loco genial amenaza a La Roja
El extravagante Balotelli asegura que saben cómo ganar a los campeones y advierte de que su mejor noche está por llegar. «Solo me importa ganar», asegura.
Dicen, entre risas, los periodistas italianos e ingleses desplazados a la Eurocopa, que España ya cuenta con una ventaja para la final de mañana en Kiev: Balotelli disfrutó de un partido descollante en la semifinal y marcó dos goles que dejaron al portero Neuer con el molde y desnudaron a la defensa alemana, pero es imposible que repita dos noches seguidas a ese nivel.
Ciertamente, la regularidad no es una virtud en este joven extravagante de solo 21 años que cuando mostró su exuberante torso en el estadio Nacional de Varsovia dejó a más de uno y de una boquiabiertos por esa musculatura digna de una escultura del renacimiento italiano.
«Ante Alemania viví la mejor noche de mi carrera», dijo Balotelli, radiante, nada más noquear a los teutones. «Pero la del domingo será todavía mejor. Ni me importa no jugar bien ante España. Solo espero ganar», añadió en tono amenazante el reciente campeón de la ‘Premier’ con el Manchester City de Silva y Agüero y marcado por la vida de sus padres, Thomas y Rose Barwuah, inmigrantes ghaneses y trabajadores del metal que lo entregaron en adopción a Francesco y Silvia Balotelli. Mario apenas tenía dos años.
Este extravagante pero genial futbolista, con diferencia el de más talento de la última generación de arietes italianos pero con un carácter e indisciplina que le pasaron factura tanto en el Inter de Milán como en los ‘citizens’ y en la ‘Nazionale’, colecciona anécdotas que hacen las delicias de los internautas e inundan de comentarios las redes sociales acerca de esas ‘41 locuras’ que marcan su corta pero prolífica carrera.
En el mismo estadio de Varsovia, celebró su sonado éxito del jueves con su madre adoptiva. Un abrazo conmovedor. «Se lo dedico a ella. Ha estado en la grada y ya tiene sus años. El domingo viene mi padre, así que quiero anotar de nuevo», avanzó en un declaraciones a la RAI este ‘piloto’ agresivo que acumula más de 11.000 euros en multas de tráfico.
Y no escarmienta porque su coche se lo ha llevado la grúa cerca de 30 veces y dos semanas después de aterrizar en Manchester destrozó su reluciente Audi R80 en un accidente.
‘Súper Mario’, nacido en Palermo (Sicilia) pero trasladado desde muy pequeño a la Lombardia, conjuga acciones vandálicas, como arrojar dardos a los juveniles del City, con un carácter solidario y altruista que le hacen ser muy querido. Cuentan que una noche ganó 25.000 libras en un casino y al salir donó 1.000 a un vagabundo. Y que rescató a un niño al que estaban haciendo bullying. Y una Nochebuena invitó con 1.000 euros a la clientela de un bar de Manchester y luego entregó 200 a la beneficencia en una iglesia. Cualquier cosa se puede esperar de un tipo que tira tomates a un entrenador de la Serie A, arroja globos de agua en plena reunión técnica del equipo o se pelea con cuatro agentes de seguridad después de romper la norma de prohibido tocar en un club de striptease.