Compás de espera hacia el adiós

Baloncesto León afronta los días previos a la Asamblea del jueves en un inquietante compás de espera sin que aparezca el necesario patrocinador o mecenas que pueda reconducir la situación a la que parece abocada una institución con 32 años de historia. Con una deuda de algo más de 2,2 millones de euros y la imposibilidad de acometer un plan de viabilidad por la falta de recursos económicos y compromisos de ingresos a corto y medio plazo, los rectores de Baloncesto León están llevando a cabo en las últimas fechas las últimas gestiones en busca de una salida. Eso sí, hasta el momento todas ellas parecen abocadas al fracaso lo que sin duda alguna obligará, salvo milagro de última hora, a que la Asamblea del jueves a iniciar los pasos para la liquidación de la sociedad anónima deportiva. Ese día se decidirá si Baloncesto León es historia o al menos puede mantener su estatus de club en competición aunque sea en una categoría inferior a la LEB-Oro en la que ha militado durante una década. La opción menos costosa de competir en la LEB-Plata ya tuvo un planteamiento en su momento aunque al final parece que tampoco se abrigará esa alternativa con la que reducir costes. Además, mañana miércoles concluye el plazo para que los equipos se inscriban en las competiciones de la Federación Española. Eso sí, aún existirían dos días más de moratorias aunque en este caso la formalización de todos los requisitos tendría que hacerse en la sede del ente baloncestístico en Madrid. Pasos todos ellos que no se llevarán a cabo si no aparece un mecenas antes del jueves.