fórmula 1. gran premio de alemania
Alonso, en la cima del mundo
El liderato del asturiano se mantendrá intacto, al menos, hasta el mes de . septiembre.
Cuando Fernando Alonso dijo en la previa del Gran Premio de Alemania que estaba en su mejor estado de forma, algunos le miraron excépticos. Otros asintieron, pero miraron de reojo a los jefes de Ferrari que estaban allí presentes. La inmensa mayoría se puso a reflexionar, y alguno se quedó esperando una prueba real de ello. Y, dos días después, se tuvieron que rendir a la evidencia: este es el mejor Fernando Alonso que ha visto la Fórmula 1.
Este domingo en Hockenheim alcanzó su victoria número 30, sólo unos días antes de cumplir los 31. Sus números son demoledores, y sólo Michael Schumacher llevaba mejores números a su edad. El «káiser» había ganado 35 Grandes Premios antes de los 31 años, mientras que otros mitos como Ayrton Senna, Alonso está a uno de igualarle, había logrado 27, o Alain Prost 21. Después de pasar por Renault, donde ya dejó claro que tenía un potencial altísimo alzándose como el campeón más joven de la historia, título que le arrebató Hamilton. Ya decía Flavio Briatore cuando se hizo con sus servicios que acababa de fichar al campeón del futuro.
En Ferrari no le han puesto más que facilidades, donde desde el principio ha sido el capitán general de la escudería italiana, pero esos plenos poderes no han llegado a cuajar en el ansiado campeonato de rojo, la culminación de su carrera deportiva.
Alonso ha confesado en numerosas ocasiones que su sueño es alzar el título de campeón del mundo defendiendo el escudo de la escuadra de Maranello, y triunfar allí donde sólo algunos lo han soñado. Ahora mismo, más que en 2010, está en condiciones de sentirse favorito.
El asturiano salvó con creces el difícil inicio de temporada con la que se presentó. Todo eran dudas y problemas: los McLaren se presentaban con el monoplaza más completo, los Red Bull estaban aún un punto por encima y se añadían «outsiders» como Lotus, Sauber o Williams a la pelea arriba. Mientras, en Ferrari no entendían qué había pasado y por qué se quedaban a tres segundos de los tiempos de arriba. Esta vez, hubo reacción. Alonso salvaba, otra vez, los muebles para la escudería roja.