Alonso refuerza su liderato

Si el único objetivo que se había planteado Fernando Alonso para el Gran Premio de Hungría era el de acabar por delante de Mark Webber, lo ha cumplido de sobra. El piloto asturiano se tuvo que conformar con un quinto puesto que, visto lo ocurrido en las últimas carreras, sabe a poco. Pero el campeonato de Fórmula 1 es una prueba de resistencia, y arañar el máximo número de puntos posibles en los Grandes Premios en los que no hay opciones de mucho, puede ser fundamental de cara a final de temporada.

Lewis Hamilton fue el gran vencedor. No solo por el primer puesto en sí, que es el tercero que logra en Hungría después de 2007 y 2009, sino porque no ha podido cuajar una actuación mejor. Dominó el viernes, hizo la ‘pole’ con una autoridad aplastante el sábado y el domingo, con algo de sufrimiento al final, acabó imponiéndose a los Lotus, que no acabarán la temporada sin subirse a lo más alto. Kimi Raikkönen y Romain Grosjean le acompañaron en el cajón pero les sigue sabiendo a poco que, siendo el equipo con más podios de la temporada junto con McLaren, aún no hayan triunfado.

La prueba húngara fue, con diferencia, la menos movida de esta temporada. La estrategia se impuso a los adelantamientos en pista, y la mayor emoción fue ver cómo Lewis Hamilton estuvo luchando desde la misma salida por sostener los ataques de los Lotus, que al final le hicieron sudar de lo lindo. Tanto Romain Grosjean como Raikkönen mostraron cómo el monoplaza negro y dorado era el mejor durante este fin de semana sin discusión.

La anécdota del día, además de ver al tenor Plácido Domingo haciendo las entrevistas en el podio, sucedió en la salida, que se tuvo que abortar debido a que el monoplaza de Michael Schumacher se quedó calado en la parrilla. El ‘kaiser’ culminó uno de los más horribles fines de semana en toda su carrera deportiva: además de verse obligado a salir desde el ‘pit lane’, le sancionaron con un ‘drive through’, precisamente, por exceso de velocidad en el ‘pit’. Y después de estar sufriendo en la parte trasera de la parrilla, acabó metiendo su coche en boxes. Mercedes saldrá de Hungría con el sabor más amargo posible, después de haber cuajado la peor sesión de clasificación desde que volvió al Mundial en 2010.

Obviamente sin intención, pero lo cierto es que Red Bull estuvo a punto de regalarle a Fernando Alonso un cuarto puesto que hubiera sabido a gloria. Cuando ya parecía claro que el español se había quedado condenado, como poco, al sexto puesto, Mark Webber se vio obligado a entrar en boxes para realizar una tercera parada para montar el neumático y llegar a final de carrera. El segundo clasificado en la general del Mundial de Fórmula 1 sufrió lo indecible este fin de semana, y Red Bull, en general, no estuvo a la altura de lo esperado. El propio Webber admitía que «esperaban más problemas con los neumáticos» y haberse quedado, al menos, en el quinto puesto. Ganar tres puestos con respecto a la parrilla es un buen premio, pero aún sabe a poco de cara a la clasificación.

Alonso ha salvado los muebles, y ha incluso aumentado su ventaja sobre sus perseguidores. Puede darse por satisfecho.