LONDRES 2012
Cubelos pujará por una presea
El palista leonés se mete en la final de K-1 1.000 metros con el noveno mejor tiempo. Su debut en los Juegos se salda con la presencia en la prueba definitoria en la que Hoff y Van Koeverden apuntan al oro.
Francisco Cubelos cumplió ayer dos de sus sueños: debutar en unos Juegos y hacerse un hueco en la puja por las preseas. El palista leonés, bronce en el último Europeo, no tenía precisamente un escenario propicio en su serie eliminatoria. Gustaffson, Yurenia y Fhouly aparecían en el horizonte con mejores tiempos aunque Cubelos pronto dejaba claras sus intenciones con una salida más que rápida que le llevaba a ocupar la tercera posición.
El regatista berciano cedía algo de terreno al paso por el 500 lo que le llevaba a la sexta posición. El riesgo de caerse de las semifinales era latente aunque con una reacción en el tramo final cruzaba la meta con un registro de 3:37.791, suficiente para ocupar la quinta posición y con ello el billete para las semifinales. El primer puesto se había convertido en imposible dada la solvencia de Gustaffson, uno de los palistas llamados a rivalizar con el alemán Hoff y el canadiense Van Koeverden por el puesto más alto del podio.
Ahora quedaba rematar la faena y eso conllevaba superar la ronda de semifinales en la que tenía nada menos que a Hoff, el propio Gustaffson y Yurenia como escollos más complicados. Con los nervios de las eliminatorias aparcados a un lado Cubelos se disponía a hacer aún más brillante su debut en la cita olímpica. Sabía que lo importante no era sólo acabar entre los cuatro mejors. Había que contabilizar un tiempo capaz de llevarle a la final. El ritmo de la serie no fue precisamente el esperado por el leonés lo que le obligaba al menos a ocupar un puesto entre los cuatro mejores. En la otra semifinal al menos cinco establecían un tiempo insuperable por lo que las otras cuatro plazas se iban a jugar en su ronda de acceso a la final.
Y dicho y hecho. Cubelos firmaba una salida brillante hasta el punto de transitar por el primer cuarto de la prueba en la cuarta posición con 51 segundos, apenas uno más que Hoff, el líder indiscutible. Ese esfuerzo en el tramo inicial le costaba al berciano descolgarse hasta la séptima plaza en el ecuador de la semifinal. Había que darlo todo, máxime si su desventaja con el cuarto, por ese momento Gustaffson, era de casi dos segundos. Su esprint final fue de alta escuela adelantando primero al tunecino Mirabet, posteriormente al australiano Stewart y por último al dominicano Jorge García. El cuarto puesto estaba ya en su bolsillo con un tiempo de 3:31.833 y con ello el pase a la gran final de mañana a las 12.00 horas con la gloria olímpica y sus tres medallas en juego.