La Robla se vuelca con la Vuelta

La décimoquinta etapa de la Vuelta a España salió de la población de La Robla, donde su gente no paró de animar en ningún momento a los ciclistas.

Pero la Vuelta no son sólo los corredores, si no que una parte fundamental son las personas que acompañan a la competición. Ferrán Granollers es un practicante de bike trial y ameniza todos los días con sus acrobacias y piruetas a los espectadores. «Este ya es mi tercer año, es una experiencia increíble. Mi deporte es mucho más complicado de lo que muestro aquí, donde sólo hago ejercicios en los que voy sobre seguro», apuntó.

Los patrocinadores de la Vuelta montan sus stands en los lugares de salida y llegada. Fátima Marín trabaja en uno de ellos y comenta «Es el primero año que trabajó aquí, es algo inolvidable, y no me importaría volver a repetir. Además la mayoría de los ciclistas son muy simpáticos, tras su duro día de trabajo les apetece desconectar y charlar con alguien tranquilamente. Con los que haces ‘migas’ suelen repetir luego en los días siguientes en tu puesto».

Los ciclistas descansan también un poco antes de la salida en el punto de encuentro, donde pueden avituallarse y acercarse a sus seguidores, que en ningún momento dudan de hacerse fotos y pedir autógrafos a sus ídolos.

André Cardoso es un corredor portugués del Caja Rural que corre la ronda española por primera vez y sus impresiones son muy positivas. «La afición ha estado presente en todo momento y nunca ha dejado de darnos su apoyo, incluso han venido varios compatriotas míos en las jornadas gallegas y eso me ha hecho mucha ilusión», expresó el luso emocionado.

El escalador del Euskaltel Rubén Pérez también valoraba muy positivamente el apoyo de los espectadores. «Es increíble la afición al ciclismo que hay en este país. La etapa de Ancares con las cunetas llenas de gente anima a cualquiera».