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Ruesga tira del Ademar (30-34)
Diez goles del central asturiano dan al equipo leonés su primera victoria fuera de casa ante el Anaitasuna.
Dos de dos. El Ademar sigue con paso firme en la liga y bien asentado en la zona noble de la tabla. El equipo leonés afrontó ayer su primer desplazamiento de la temporada con la moral alta tras debutar con un triunfo en casa. Y los de Manolo Cadenas supieron gestionar esa dosis extra de moral para combinarla con un alto ritmo de juego e imponerse así al Helvetia Anaitasuna por 30-34, un rival ante el que empataron la campaña pasada. Una diferencia que se antoja algo corta visto lo visto sobre la pista, pero es que los leoneses, pese a que dominaron el encuentro de principio a fin, se relajaron en exceso en algunas fases del choque. Eso, y algunos fallos en el último remate a puerta dieron vida al equipo pamplonica una y otra vez, obligando a los de Cadenas a pisar de nuevo el acelerador para no complicarse la vida. Sin embargo, también los locales cometieron muchos fallos de precipitación que al final allanaron el camino a un equipo leonés que ayer encontró en Carlos Ruesga a uno de los mayores artífices de la victoria, con diez goles.
La igualdad fue la nota predominante en los primeros compases del encuentro entre un Anaitasuna que salió a por todas y un Ademar que no acababa de tomar la iniciativa. Y así, las primeras ventajas fueron para el conjunto pamplonica, que colocó pronto el 2-1 en el marcador. Pero duró poco esta fase, lo necesario para que los leoneses acabaran de situarse en la cancha y, viendo claro que el rival no acababa de imponerse, se hicieran con el control del juego. Así, Ademar no tardó en darle la vuelta al marcador y, aprovechando un lanzamiento de penalti fallado por los locales, en el contragolpe los leoneses abrían la primera brecha importante (3-7, minuto 13).
Los nervios se habían apoderado de un Anaitasuna que empezaba a cometer demasiados errores. Las pérdidas de balón del equipo local propiciaban una y otra vez los rápidos contragolpes de un León liderado por Borges y Ruesga. Eso, y los fallos defensivos del Helvetia permitieron a Ademar alcanzar una máxima renta de siete goles (6-13, minuto 22).
Pero cuando todo parecía indicar que los leoneses podían dejar el choque visto para sentencia ya en el descanso, un arreón del Helvetia redujo las diferencias a 11-15, el resultado con el que acabó la primera parte.
El descanso sentó bien al cuadro leonés, que a la vuelta de los vestuarios volvió a mostrar su mejor cara y recuperó pronto los seis goles de ventaja (14-20, minuto 35). Pero el Helvetia no estaba dispuesto a bajar los brazos y pusieron toda la carne en el asador. Fueron unos minutos locos de partido, con los dos equipos volcados sobre la portería rival, sin que las defensas interviniesen apenas en el choque. El juego era frenético y los goles se sucedían y todo ello benefició al equipo local, que consiguió recortar las distancias hasta los dos goles (21-23).
El Ademar volvió a encomendarse entonces a la brillantez de Ruesga, apretó los dientes en defensa y empezó de nuevo a mover el balón con fluidez, cortando por completo la reacción de los locales (21-26). Los locales cometían demasiados errores debido a la precipitación, aunque también el juego de Ademar carecía ahora de continuidad y el Helvetia, haciendo la goma, conseguía de nuevo engancharse al partido al anotar el 26-29. Las cosas pudieron complicarse aún más para Ademar en un lanzamiento de penalti de los locales, que pudieron situarse con 27-29 a solo cinco minutos para la conclusión del encuentro, pero fallaron los locales y eso dio alas a un Ademar que supo aprovechar las prisas finales de su rival para sentenciar el choque y sumar así su segunda victoria consecutiva.