liga de campeones. Camino a Wembley
La revancha de Mourinho
La victoria ante el City refuerza al luso en su batalla con Sergio Ramos.
Uno, de traje gris y corbata azul, arrodillado sobre el césped y con los brazos abiertos. Otro, con la ropa de faena ‘limpia y blanca que no empaña’, arrojado en el ‘verde’ a la espera de la felicitación efusiva de sus compañeros. La sobreactuación de Mourinho y de Cristiano Ronaldo a la hora de celebrar el gol del portugués que certificó la épica remontada ante el Manchester City, en el primer partido de la fase de grupos de la ‘Champions’, cabe interpretarse como un síntoma de que en lo personal se jugaban mucho más que tres puntos. Para ambos, era una cuestión de orgullo.
El delantero porque debía acabar con la polémica surgida a raíz de su confesión de tristeza y el entrenador porque se sabía cuestionado y asumía que le lloverían las críticas por alinear a un equipo con más músculo que toque en el centro del campo y, sobre todo, prescindir de Sergio Ramos.
Ante la prensa, Mourinho confirmó las presunciones. Reconoció, sin ambages, que la felicidad le sobrevino por la victoria, porque el Madrid ganó con las virtudes que marcan su ADN, porque hizo una demostración de «señorío en el campo, no de filosofía barata» y, en especial, porque entiende que fastidió a sus enemigos de los medios de comunicación. «Las crónicas estaban hechas ya. Ya lo sé. Tengo un ‘hacker’ que me dijo lo que ibais a poner», enfatizó Mourinho en tono revanchista. Superada la emoción de una victoria heroica que recordó al Madrid de las grandes noches europeas, los jugadores y el técnico disfrutaron de una jornada de descanso. Mientras, la crítica, las tertulias y los comentarios en redes sociales, retomaron de forma masiva el debate sobre el castigo de Ramos, icono del madridismo y de la selección española y uno de los que suele alzar la voz en el vestuario, en la zona mixta y ante sus amigos. El sevillano es de los que no se calla.
Nadie se cree la explicación de Mourinho acerca de que prescindió de Ramos solo por motivos técnicos. Por muy mal que estuviese el de Camas y por mucho que pueda pensar más en su presunto noviazgo con la presentadora Pilar Rubio que en fútbol, a nadie escapa que es muy superior al francés Varane, con proyección pero aún inexperto. Su ausencia corroboró el principio, aplicado en otras ocasiones por su técnico, de que quien se mueve no sale en la foto. Prohibido desmarcarse públicamente del discurso oficial.