PRIMERA DIVISIÓN Una jornada clave antes del clásico
Y de repente, Kaká
El jugador brasileño se une a la lucha entre Luka Modric y Mesut Özil por hacerse con un hueco en el centro del campo del Madrid frente al Deportivo.
Kaká aspira a abandonar el banquillo y hacerse con un sitio en el centro del campo blanco.
Una vez superados los castigos, las tristezas y polémicas de los últimos encuentros, el Real Madrid vive en calma tensa tras la goleada en el Trofeo Santiago Bernabéu ante Millonarios. Cierto es que jugaron muchos de los menos habituales pero el duelo sirvió para que los de Mourinho recuperaran el olfato de gol perdido en los primeros encuentros de esta temporada: siete, cuando a estas alguras de la campaña anterior ya llevaban 16. La mitad de los que le endosaron al flojo equipo colombiano el pasado miércoles. Algo que da confianza a los jugadores de cara al partido de mañana ante el Deportivo.
Sobre todo a Kaká, que de forma inesperada retoma protagonismo y se ha unido a la lucha entre Luka Modric y Mesut Özil por hacerse con un hueco en el centro del campo de ‘Mou’. No había jugado ni un minuto hasta la fecha (cinco de la Liga y uno de la Liga de Campeones) pero su figura ha hecho acto de presencia. Ante Millonarios salió con intensidad y no solo participó en todas las jugadas de ataque del equipo sino que marcó tres goles para salir de su ostracismo. Su actuación no pasó inadvertida. Justo después, recibió la llamada de su seleccionador, Mano Menezes, para participar en dos amistosos.
«Estoy volviendo después de dos años y es preciso que recupere mi espacio, entrar en el campo y jugar algunos partidos. Es un nuevo comienzo a los treinta años. Después de haber ganado casi todo, tengo una nueva oportunidad. Quiero aprovechar al máximo el tiempo que tengo aquí, los minutos que tenga en el campo. Todo para estar en el Mundial», dijo el protagonista a Globoesporte .
Un invitado inesperado
Kaká ha recuperado la sonrisa y, además, se ha convertido en el invitado inesperado a la lucha entre Özil y Modric.
De momento, a Mourinho le gusta jugar con el incombustible Xabi Alonso junto a un centrocampista de contención como Khedira o Essien. A excepción del choque ante el City, siempre hay un tercero destinado a la imaginación y Kaká nunca aparecía. Ahora ronda la cabeza del técnico, tal y como reconoció éste ante los medios, y podrá volver a tener una oportunidad. Mourinho tiene otra pieza disponible.