Diego Bardanca defensa central del valladolid
«Me motiva jugar ante la Cultural porque es el equipo de mi tierra»
Diego Bardanca se hizo futbolista en el Puente Castro. Su extraordinaria calidad y sobriedad en el centro de la defensa para sacar el balón con criterio desde atrás provocó que el Deportivo de la Coruña se fijara en sus condiciones cuando aún era jugador cadete. Tras su paso por el equipo gallego y una última temporada llena de enredos, decidió probar en el Real Valladolid. «Estoy cada día más satisfecho de haber tomado la decisión de venir aquí. He vuelto a disfrutar con el fútbol», asegura.
—¿Qué queda de aquel chaval que tanto prometía en el Puente Castro?
—Sigo siendo el mismo, pero con algunos años más y con la misma ilusión que entonces por triunfar en el fútbol y llegar a jugar en el primer equipo del Valladolid. Ahora mismo es mi sueño.
—¿Qué le sucedió en el Deportivo cuando parecía que en los primeros años todo indicaba que su carrera sería meteórica?
—Decidí irme cuando todavía tenía por delante un año de contrato. La última temporada en La Coruña fue como una pesadilla. El entrenador no mantenía el día del partido lo que me aseguraba durante la semana y todo acabó fatal. Lo pasé muy mal. No podía dormir por las noches. Me levantaba a las seis y a las siete de la mañana con mucha ansiedad. Para calmarme me iba a correr a un lugar lleno de pinares. Al final, decidí irme y comenzar de cero.
—¿Cómo surgió fichar por el Real Valladolid?
—Después de dejar La Coruña acepté la proposición de hacer una prueba con el Valladolid. La pasé, jugué en el equipo juvenil de División de Honor y este año estoy en el filial. Me encuentro muy a gusto en este club, que me ha hecho sentirme de nuevo futbolista.
—El domingo se mide al equipo de su tierra. ¿Qué sentirá al enfrentarse a la Cultural?
—Una gran motivación porque es el equipo que representa a mi tierra y a la ciudad en la que nací. Tengo un gran cariño a la Cultural. Desde que marché al Deportivo y ahora en el Valladolid siempre me informó rápidamente los domingos de cómo ha quedado.
—¿Qué le dice la Cultural en Tercera División?
—En un club que por ciudad y por instalaciones debería de estar como mínimo en Segunda División e incluso en Primera. Es un equipo muy respetado. Por circunstancias se encuentra en Tercera División, pero en cuanto subsane sus problemas económicos volverá a categorías superiores. Estoy seguro.
—¿Será un partido de rivalidad?
—Sí, pero de una rivalidad menor porque el que visitará León es el equipo filial. Siempre gusta jugar este tipo de partidos porque esa rivalidad, aunque menor, es bonita en lo deportivo.
—¿Qué le sucedió para que Torres Gómez le apartara de la titularidad?
—Fue un error por mi parte. Ganábamos 0-2 al Cuéllar y sólo faltaba un cuarto de hora para acabar el partido. Hice una falta tonta en el centro del campo, el árbitro me enseñó la segunda amarilla y acabé expulsado. Al siguiente encuentro no pude jugar por sanción y el compañero que me sustituyó lo hizo bien. Yo sigo purgando mi error en el banquillo. Me ha servido como aprendizaje y como lección.
—Pero Djukic sigue contando con usted, ¿no?
—Sí entreno con el primer equipo, pero lo que quiero es volver a la titularidad en el filial. He aprendido a que las oportunidades hay que aprovecharlas y no perderlas por tonterías.
—¿Con qué sueña ahora que ya duerme bien?
—Sé que en el fútbol tan pronto estás arriba como abajo. Por este motivo trabajo todos los días al máximo para ser futbolista de Primera División. Mi sueño es continuar dando pasitos para llegar al primer equipo del Real Valladolid. Ojalá no se quede en sueño y sea una realidad.