Sin centrales, Tito Vilanova podría apostar por Song
Cuando Tito Vilanova pidió un central y un lateral izquierdo recién asumido el cargo de primer entrenador del Barça, poco imaginaba que a estas alturas de temporada, ya en octubre, se iba a acordar del truco de magia que le hizo la dirección deportiva azulgrana. Llegó Jordi Alba para la banda, deseo cumplido. Se marchó Keita por sorpresa y aterrizó otro centrocampista como el camerunés Song. ¿Y el central? Como las cuentas no salen, se disfrazó al ex del Arsenal de polivalente jugador para el pivote defensivo y para el centro de la zaga. Aunque Song apenas jugó de defensa en su etapa como ‘gunner’, Tito Vilanova tragó y quizás ahora tenga que arrepentirse.
Debido a la baja de larga duración de Abidal y a las recientes lesiones de Piqué y Puyol (el capitán ha encadenado pómulo, rodilla y codo entre furtivas reapariciones), el entrenador culé lleva varios partidos acelerando el reciclaje de Song como central pensando en lo que va a acabar sucediendo: que tenga que alinearle de titular ante el Madrid.
El riesgo es mayúsculo. La transformación de Mascherano en central fue meteórica y exitosa, hasta el punto de que el argentino ya no quiere jugar en el Barça de mediocentro, pero lo de Song no tiene tan buena pinta. Es de movimientos más lentos, Negredo le hizo un traje en Sevilla y no conoce los automatismos de un Barça muy exigente en defensa, donde los jugadores siempre deben dar un paso al frente, nunca recular, además de convertirse en los primeros armadores del juego. Sobre el papel, parece un chollo para Cristiano Ronaldo, Benzema o Higuaín.
Si Tito decide no apostar por Song, existen tres soluciones: forzar a Piqué, algo casi descartado aunque no renuncia a jugar con el tobillo izquierdo infiltrado; retrasar a Busquets, un recurso ya utilizado con Guardiola, pero que descompensa el centro del campo; y dar la alternativa a Bartra, un central canterano que ya es jugador a todos los efectos del primer equipo, con mucha clase y velocidad, aunque inexperto y acelerado. El domingo se verá.