BALONMANO. LIGA DE CAMPEONES
La Champions de los tinglados
La polémica vuelve a afectar al próximo rival del Reale Ademar: si antes fue el Montpellier ahora es el Partizan serbio que puede ser expulsado por la violencia de sus hinchas radicales ante el . Flensburg.
El técnico Manolo Cadenas da instrucciones a sus hombres en un entrenamiento durante esta semana en el Palacio.
El Ademar puede seguir pescando en río revuelto en la Liga de Campeones más agitada de los últimos años. Si el fin de semana el equipo leonés venció a un Montpellier sacudido por el escándalo de las apuestas ilegales que le privó de cinco de sus mejores jugadores por su supuesta implicación en esta trama, ahora la polémica vuelve a zarandear a su próximo rival en Champions: el Partizan serbio.
El equipo balcánico podría llegar a ser expulsado de la competición debido a los graves altercados que protagonizó su hinchada radical en el partido que perdió el domingo pasada ante el Flensburg alemán por 31-37.
Dos grupos de hooligans radicales iniciaron una pelea en la grada que acabó con varios contusionados y obligó a intervenir a los antidisturbios de la policía, que se vieron obligados a cargar en las gradas contra los radicales, uno de los cuales lanzó una bota o un zapato a la cancha que acabó golpeando al delegado de la Federación Europea de Balonmano (EHF) en la cabeza.
Así las cosas el Partizan está espera de la sanción que determine la Comisión Disciplinaria de la EHF. Lo más probable es que se conozca esta misma semana y se apunta a que será rigurosa. «Los delegados EHF se sorprendieron por las escenas que vieron durante el partido en Nis. Lo peor llegó cuando uno de los delegados fue golpeado por un zapato», afirma el presidente del club serbio, Zivojin Saric.
La sanción más dura podría llevar a la exclusión de todas las competiciones de clubes de este año.
En todo caso este escenario parece improbable según reconocía ayer el gerente del Reale Ademar, Jose Ludena, después de las gestiones que hizo ante la EHF para confirmar una posible sanción ante la posibilidad de tener que suspender el viaje a Serbia que el equipo leonés tiene previsto realizar el próximo viernes a Belgrado para disputar su tercer partido de Liga de Campeones ante el Partizan.
«Por lo que he podido ver la posibilidad de una expulsión del Partizan no parece nada viable. Creo que la EHF no se meterá en un jaleo de este calibre porque su exclusión dejaría cojo el Grupo A e incluso devaluaría la competición», manifestó.
En todo caso, todo depende de las consideraciones de la EHF sobre la pelea en la grada y el zapatazo a su delegado. Si el Partizan no es expulsado puede ser sancionado con una multa económica de hasta 15.000 euros si se estima conducta antideportiva en los hechos o de 80.000 euros si se les considera como actos de violencia severa.
También se contempla la posibilidad de que el pabellón serbio sea clausurado por varios partidos y el Partizan obligado a jugar a puerta cerrada.
