PESCA
La temporada echa el cierre
La campaña finaliza el domingo en las aguas reguladas, las únicas en las que todavía se puede pescar truchas sin muerte. El balance mejora tras años de caídas.
Tal y como establece la normativa anual de pesca el domingo, día 14 de octubre, finaliza la temporada en las aguas reguladas, las únicas en las que todavía se podía practicar la pesca de la trucha en la modalidad sin muerte. A partir de esa fecha quedarán abiertas las aguas no trucheras o en régimen especial para pescar ciprínidos. Caso de capturar alguna trucha en estas aguas deberá devolverse al río en perfectas condiciones.
Están siendo abundantes las capturas durante estas últimas jornadas, y ello pese a las desfavorables condiciones de los ríos, que mantienen caudales muy bajos. Lo cierto es que en esta temporada son muchos los aficionados que siguen practicando la pesca sin muerte, a diferencia de otros años en los que muy pocos acudían al río y, por consiguiente, se molestaba menos a las «pintonas». Los tramos libres sin muerte del Esla y del Porma, así como los escenarios y cotos del Órbigo, son las zonas mas concurridas tanto por leoneses como por aficionados de otras provincias.
Conseguir un coto sin muerte resulta muy difícil en este final de temporada. Una vez terminada la campaña truchera algunos pescadores optarán por la pesca del lucio, especie que durante el otoño cobra una importante actividad. En los cursos bajos del Esla y del Órbigo pueden conseguirse grandes ejemplares de este voraz depredador, a pesar de que las poblaciones de lucio han sufrido un considerable retroceso en los últimos años. Además y en estos mismos lugares se sigue practicando la pesca de ciprínidos, barbos y carpas especialmente.
En términos generales y salvo excepciones la temporada que ahora finaliza ha sido relativamente buena, tras varios años de caída. Se han pescado mas truchas, pero de menor tamaño. Las propias estimaciones de la guardería colocan en un promedio de 3-4 truchas por jornada y pescador en los cotos, bastante mejor que el pasado año, a pesar de que sigue siendo muy pobre. Los ríos de León, si se comparan con los de otras provincias, pueden resultar todavía atractivos, pero decir que tienen buena salud puede resultar exagerado.
Puede afirmarse que la mayoría de los cuarenta mil pescadores que habitualmente pescan en León habrán conseguido un par de docenas de truchas en toda la temporada, si bien es cierto que una minoría muy especializada es capaz de lograr el cupo con cierta frecuencia y que quienes practican la pesa sin muerte elevan esta cifra multiplicándola por tres o por cuatro. La escasez de agentes forestales se ha dejado sentir en el río, donde muy raramente se les encuentra. Si se consideran las limitaciones presupuestarias debidas a los recortes, vacaciones, las fiestas y las bajas, y sobre todo su dedicación a otras tareas como los incendios, las horas dedicadas al río han de ser las mínimas. Afortunadamente la vigilancia se complementa con la Guardia Civil del Seprona, muy activos tanto en el Órbigo como en el Esla.