Alarma en los Lakers

La jornada inaugural de la nueva temporada de la NBA tuvo como grandes triunfadores a los Heat de Miami, que recibieron sus anillos de campeones de liga antes de ganar a los Celtics de Boston en el primer gran duelo de equipos de la Conferencia Este.

Mientras, en la Conferencia Oeste la gran sorpresa negativa corrió a cargo de los nuevos Lakers de Los Ángeles, reforzados con el base canadiense Steve Nash y el pívot Dwight Howard y que cayeron derrotados en su campo del Staples Center ante los diezmados Mavericks de Dallas.

Antes del triunfo brillante de los Heat y de la humillante derrota de los Lakers, los Cavaliers de Cleveland abrieron la competición con victoria frente a los Wizards de Washington, también bajos de efectivos.

El American Airlines Arena, de Miami, fue el escenario, donde el alero LeBron James vio cumplido su gran sueño de recibir el primer anillo de campeón de la NBA, que le entregó el dueño de los Heat, Micky Arison, antes de que se izara al techo del campo el banderín de monarcas.

Si en el American Airlines Arena se vivió una fiesta completa para los seguidores de los Heat, en el Staples Center, de Los Ángeles, los fanáticos de los Lakers vieron cómo su equipo, plagado de estrellas, perdía por 91-99 ante los Mavericks, que no contaron con el ala-pívot alemán Dirk Nowitzki, su jugador estrella, lesionado.

Los renovados Mavericks, que tampoco tuvieron al pívot titular Chris Kaman, asimismo baja por lesión, fueron liderados por el base Darren Collison, una de las nuevas adquisiciones del equipo tejano, que anotó 17 puntos y encabezó una lista de seis jugadores que firmaron dobles dígitos.

El ala-pívot español Pau Gasol, con un doble-doble de 23 puntos (8-19, 1-1, 6-8), 13 rebotes, seis asistencias y tres tapones, fue el mejor de los Lakers en los 40 minutos que jugó. El escolta Kobe Bryant finalmente jugó y aportó 22 puntos.