balonmano. Las deudas del ademar
El preconcurso exaspera
Vicente Álamo: «La sensación es de decepción y de engaño una vez más».
Álamo durante su etapa en el Reale Ademar.
El preconcurso de acreedores que ha impulsado el Reale Ademar asfixiado por las deudas con su plantilla de la pasada temporada y por su incapacidad para hacer frente al calendario de pagos pactado el pasado verano ha caído como un jarro de agua fría entre los afectados. Un grupo amplio de jugadores —además del extécnico Isidoro Martínez— entre los que se encuentran la mayoría de los que abandonaron el club y casi la mitad de los que sigue y forman parte del actual equipo.
El más contundente ayer fue el ex capitán, Vicente Álamo, ahora enrolado en las filas del Benfica portugués. «La sensación es de decepción y de engaño una vez más. Parece que todo sigue igual: la directiva continúa sin cumplir sus promesas», manifestó el meta a quien el club, según su testimonio, le adeuda aún cuatro mensualidades.
Álamo dijo no entender cómo el club pudo proponer un calendario de pagos que ahora no puede cumplir por falta de recursos económicos. Como se recordará la directiva acordó con los afectados cuatro pagos para saldar la deuda. Los dos primeros se realizaron sin problemas pero el tercero, previsto para finales del pasado mes de octubre por una cuantía cercana a los 100.000 euros, ya no se ha podido cumplir. El cuarto y último está fijado para enero de 2013. «Ese calendario lo propuso el club, nosotros no impusimos nada. Y se entiende que si proponen esas fechas es porque las pueden cumplir. Por nuestra parte sólo ha habido buena voluntad y ahora nos encontramos otra vez en las mismas, en una situación muy crítica. Parece que aquello sólo fue una huida hacia adelante. Me siento dolido y engañado».
El excapitán ademarista reconoció sentirse «muy decepcionado» porque nadie del club se puso en contacto con él.
«Conmigo no han hablado»
«Hace unos días se pusieron en contacto con mi representante para comentarle la posibilidad de fraccionar este tercer pago, algo que no acepté, pero conmigo realmente no ha hablado nadie y eso es lo que más me ha dolido. Podían haber intentado convencerme pero nadie me llamó, nadie quiso dar la cara para negociar ese aplazamiento del pago. Llamaron a mi representante pero esto lo tenían que hablar conmigo por eso no entiendo que digan que han estado intentando forzar un acuerdo hasta el último minuto. Otra vez vuelven a fallar las formas».
Álamo, que aseguró que el enfado por este incumplimiento en el pago es extrapolable al resto de sus compañeros, indicó que todavía no sabe que decisión tomar al respecto. De hecho, con la figura del preconcurso de acreedores el club tiene ahora por delante un margen de tres meses para llegar a acuerdos o saldar la deuda. «La verdad es que no lo sé. Es algo que hay que estudiar pero cualquier paso quedemos será en la de dirección de lo mejor para nosotros sin perjudicar al club». Y al hilo de esta afirmación quiso subrayar: «Me parece increíble que se diga que si iniciamos acciones legales podemos echar abajo el club cuando las víctimas de toda esta situación somos nosotros los jugadores. Los únicos responsables son los miembros de la directiva por no cumplir sus compromisos».