Desencanto en la apertura de la temporada en caza menor

La apertura de la temporada de caza menor, que se producía el pasado domingo día 28 de octubre, ha dejado un profundo desencanto en la mayoría de cazadores que, de forma masiva, han salido al campo y al monte. Es cierto que se esperaban resultados pobres y así han sido en la mayoría de acotados. Perdices muy escasas y bastantes liebres en una jornada en la que el buen tiempo puso la nota dominante.

Tras la helada nocturna que cubría de blanco el campo al amanecer, el día fue mejorando y, si bien las temperaturas no subieron mucho, el sol y el escaso viento facilitaron la jornada cinegética, que no los resultados. Resulta evidente que la perdiz ha criado mal o no ha criado, y que en algunos acotados hay menos de las que quedaron la temporada pasada. En otras zonas, sin embargo, puede considerarse un año normal tirando a flojo, pero con perdices para poder divertirse sin grandes alegrías.

Según datos que se van recogiendo tanto directamente de los cotos como de la Delegación de la Federación el promedio de perdices abatidas no llegaría a una «patirroja» por escopeta. Además se trataría en su mayoría de perdices viejas. Valderas, Valencia de don Juan, Las Grañeras o Pajares zonas antaño perdiceras, han tenido unos resultados muy pobres. En Tierras de León se vieron los bandos de siempre, pero muy mermados. Así cuando en estos primeros días deberían levantarse bandos de doce o catorce perdices, las poblaciones apenas llegan a la mitad. La prueba evidente del mal año se constata al comprobar que una gran parte de las piezas abatidas son «pájaros» adultos cuando no viejos.

En este sentido, y dado que la mayoría son cotos privados, conviene hacer un llamamiento en el sentido de conservar lo poco que queda de la brava patirroja en espera de años mejores.

Liebres y conejos

«No es para tirar cohetes» —comenta un galguero de Tierra de Campos— pero al menos se han visto algunas carreras. Después de años de penuria parece que las «rabonas» se están recuperando. También es cierto que bastantes cazadores evitan disparar sobre las liebres y que en varios cotos llevaban vedadas algunos años, desde el envenenamiento de los topillos. En otro orden de cosas pueden darse circunstancias positivas. Así y en la misma medida que escasea la caza menor, nos encontramos ante un año magnífico para el jabalí y también para el corzo. El pequeño cérvido abunda en toda la montaña llegando incluso a desplazarse hasta zonas bajas de ribera donde sorprende en bastantes ocasiones. Los cochinos son todavía mas frecuentes. En las pocas semanas que se llevan cazando se han abatido casi tantos como en el mes de diciembre del pasado año. No hay montería, sea en montaña o en maizal, donde no aparezcan varios jabalíes de todos los tamaños, si bien en los campos de maíz resultan muy difíciles de abatir todavía, a pesar de que ya se ha empezado a cosechar.

En cuanto al resto de piezas cinegéticas el conejo de monte bien aunque muy desigual. Resulta curioso que en algunas zonas donde hace semanas se vieron muchos conejos, ahora se han reducido las poblaciones sin que aparezcan animales muertos, como sucede cuando la mixomatosis o la hemorragia vírica diezman las camadas. En otras zonas, sin embargo, hay conejos para poder divertirse a lo largo de la temporada que acaba de comenzar.

Campeonatos

La Delegación de la Federación regional de caza, que preside Miguel Fierro, ya tiene previsto el calendario de competiciones. El campeonato provincial de caza menor con perro se celebrará el día 10 de noviembre en Bustos y Tejados, cotos administrados por Riomonte. El autonómico de becada tendrá lugar el día uno de diciembre y el tradicional concurso homenaje a los cazadores veteranos el seis de diciembre, día de la Constitución.

El provincial servirá para clasificar al campeón de cara al autonómico. También el campeonato de becadas será clasificatorio para el nacional.