CAZA
Rechazo a la subida de tasas
Los cazadores y pescadores ven «desproporcionado» el incremento de los precios para practicar la actividad cinegética y la pesca en Castilla y León.
La subida del precio que aplica la Junta de Castilla y León para las licencias de caza y de pesca, permisos de cotos de pesca y otras tasas aplicables a exámenes para la obtención de licencia de caza, embarcaciones, pesca en aguas privadas, y que en su conjunto superan el 50% para el próximo año, ha sido recibida con profundo malestar en el colectivo de cazadores y pescadores, aunque en mayor medida en los primeros. Los pescadores aceptan mayoritariamente que la licencia de pesca era muy barata. Por menos de diez euros, lo que casi cuesta una entrada de cine, el pescador tenía derecho a practicar la pesca de truchas, ciprínidos o cangrejos en muchos kilómetros de aguas públicas y además conseguir el cupo que, en el caso de las truchas, es de cuatro ejemplares por pescador y día. Ahora costará 15 euros, que tampoco resulta un precio excesivo. No sucede lo mismo en lo relativo a los cotos. El permiso diario para un coto de pesca ya había subido notablemente este año al pasar de 9 a 12,50 euros. Pasa ahora a 20 euros, una cantidad notablemente desproporcionada y que sin duda dejará vacíos muchos cotos este año.
Resulta paradójico que cueste mas un permiso para un día de pesca que una licencia para todo el año. En todo caso hay una coincidencia generalizada: si esto sirviese para que los ríos estuvieses mas cuidados, vigilados y con truchas es decir, que el incremento revirtiese en el río, la aceptación sería mayor incluso en tiempos de crisis. Pero todos saben que esto no sucederá, antes bien, la situación seguirá deteriorándose por falta de inversión y medios.
En la caza la indignación es mayor, pues pasan de pagar 26 a 50 euros. «Para empezar la Administración no hace nada por la caza, ya que los terrenos cinegéticos, en su mayoría, son cotos privados. Es mas —comenta un aficionado—, solo vienen a molestar». Los cazadores tienen que pagar, y muy caro, el coto donde cazan, la licencia, el permiso de armas, el seguro de responsabilidad civil y, en el caso de cazadores noveles, los derechos para el examen del cazador. Además mantener el perro todo el año para cazar unos días. «Pretenden dejar la caza solo para los ricos». En Castilla y León la actividad cinegética es, todavía, un deporte social que genera además unos importantes ingresos para los pueblos, especialmente en las áreas de montaña donde se practica mayoritariamente la caza mayor. Los cotos son gestionados en general por los propios cazadores que deciden, dentro de la normativa general, el funcionamiento para preservar mejor la riqueza cinegética.
En ambos casos la opinión coincide en que la subida resulta desproporcionada y que podría haberse aplicado de forma paulatina en varios ejercicios, máxime en un momento de crisis en que el poder adquisitivo del ciudadano medio ha perdido muchos puntos y no existen perspectivas a corto plazo de recuperación.