Márquez firma su obra maestra

Marc Márquez, Dani Pedrosa y el británico Kent completaron en valencia el turno de campeones parciales del Mundial. Las coronas más importantes se la llevaron no obstante el propio Márquez en Moto2, Lorenzo en MotoGP y Cortese en Moto3.

Eso sí, la última entrega del Mundial quedará para el recuerdo por la exhibición de Marc Márquez que en su última presencia en la categoría de plata del motociclismo lograba un triunfo magistral tras salir desde el puesto 33. Algo sólo al alcance de los grandes campeones.

«No voy a arriesgar tanto, no penséis en una remontada como en Japón», avisó el día previo. Mentía. Su osadía y el amor propio por cerrar el año de la mejor forma posible lo empujaron como nunca. Y fue enjugando la diferencia respecto a sus adversarios. Hasta cazarlos a falta de tres vueltas. Primero con Nico, al que superó en un adelantamiento muy ceñido. Después, entrando casi en la última vuelta, a Simón, en la recta. Su equipo lo recibió colgado de la valla, algunos con lágrimas en los ojos. Normal, muchos ya no podrán disfrutar de exhibiciones como éste a su lado.

Desde la primera posición, el rey de la ‘pole’ este año y subcampeón del Mundial, Pol Espargaró (Kalex), volvía a enfrentarse con su gran talón de Aquiles, el asfalto mojado que tantos dolores de cabeza le ha provocado este año. Ya en la primera curva, ‘Polycchio’ era superado por Terol, profeta en su tierra que buscaba la victoria en casa y girar además, por primera vez, en una curva en su nombre. En su particular lucha, Márquez realizaba una espectacular remontada desde la última posición y, en el primer parcial, el de Cervera recuperaba hasta 20 puestos demostrando por qué es campeón del mundo.

Noveno en un suspiro

Con Terol y Espargaró liderando con una pequeña brecha sobre el resto, Márquez ya era noveno y en pocas vueltas las diferencias en el liderato se redujeron. Simón pasó a Pol y, marcando la vuelta rápida, se colocaba primero. A falta de 20 giros completos al circuito, Espargaró se iba al suelo y, sin soltar el manillar, conseguía dar golpes de gas a su moto para volver a pista ya en la decimonovena posición.

Descartado el de Granollers para la victoria, Márquez volaba en Cheste y sorteaba a sus rivales hasta colocarse tercero. Ya en el podio, el próximo compañero de equipo de Pedrosa se lanzaba hacia la segunda posición de Terol, a quien dio caza y superó en un arriesgado adelantamiento a falta de ocho vueltas. Lanzado hacia la victoria y sin importarle el suelo mojado, en la línea de meta a falta de dos vueltas el mejor piloto de la parrilla superaba en aceleración a Simón y, haciendo posible lo imposible, se colocaba primero tras salir desde la trigesimotercera y última posición cuando el semáforo rojo se apagaba. .

Sin pensar en el riesgo

«Si hubiese estado el campeonato en juego quizás no habría arriesgado como lo hice en las últimas vueltas». Así de tajante se mostró Márquez tras saborear la gloria de una carrera épica. «Los pilotos que tenía por delante estaban lejos, pero sabía que iba tercero. Eso sí, en otra carrera a lo mejor hibiera sido menos agresivo».