El acorazado ruso llega a León
El tremendo poderío físico del equipo ruso del Chekhovskie pone a prueba la capacidad del Reale Ademar en Champions. El reto es no terminar arrollado .
En términos navales el partido de Liga de Campeones de mañana sábado entre el Reale Ademar y el Chekhovskie ruso se asemeja al enfrentamiento entre un gran acorazado y una fragata ligera. Es obvio decir que el papel de acorazado lo tienen los rusos por su tremendo poderío físico. «Son unos auténticos bestias», apuntaba el pivote argentino Gonzalo Carou para referirse a un equipo con el que se ha enfrentado ya varias veces en la etapa de Jordi Ribera como entrenador. Sabe de lo que habla. En su zona del pivote el Chekhovskie tiene a jugadores de 2,04 de estatura y 114 kilos de peso como Egor Evdokimov, Chernoivanov de 2,02 y 105 kilos o el rocoso Chipurin de 1,95 y 105 kilos. Toda una rocosa muralla defensiva.
Pero no son los únicos, el Chekhovskie Medvedi tiene cinco jugadores que miden dos metros o bien superan esta estatura. Su estatura media ronda el 1,96 y el peso de su plantilla europea de 16 jugadores ronda los 97 kilos, en un arco que va desde el lateral Rastvortsev con sus 118 kilos hasta el más liviano, el grandísimo extremo Timur Dibirov con 74.
Enfrente tendrán a un Reale Ademar mucho más liviano en estos dos apartados. El equipo leonés. La estatura media no llega a 1,90 y el peso medio tampoco llega a los noventa kilos. Y para complicarlo todo aún más no podrá contar con ninguno de sus referentes en ataque: Ruesga y Nantes por lesión y el ruso Tatarintsev porque hasta el próximo año no se podrá tramitar su ficha para jugar competiciones europeas.
Así las cosas a Cadenas y a sus hombres sólo les queda que apelar de nuevo a la épica para conseguir lo que parece un imposible. Pero este Ademar permite dejar un resquicio a la esperanza. Sucedió ante el Flensburg y ¿porqué no de nuevo mañana?.