Alonso aguanta el paso a Vettel

Fernando Alonso sigue apretando los dientes para aguantar el tirón de Sebastian Vettel en el Mundial, que volvió a demostrar su dominio al ser el más rápido en los dos entrenamientos libres del Gran Premio de Estados Unidos. El español acabó tercero por detrás de los dos Red Bull a 765 milésimas del líder del campeonato.

Los Ferrari mostraron un grato nivel, ya que Felipe Massa, que llegó a liderar la tabla de tiempos, acabó sexto. Entre medias de ambos se colaron los McLaren de Hamilton y Button, que no demostraron haber dado un paso hacia adelante en este circuito. Alonso demostró estar mejor que los dos ingleses y, de repetirse durante la carrera, salvaría el ‘match ball’ de Vettel aunque aún tiene opciones de inquietar al alemán si logra firmar un registro que le permita salir entre los dos primeros tras los cronos de hoy. Lo que es más evidente es que los Red Bull vuelven a aparecer como grandes favoritos a la victoria. Nadie lo dudaba, pero después de los tiempos de estos libres, menos aún. Vettel, que se perdió gran parte de la segunda tanda por un problema mecánico y sólo dio 17 vueltas, volvió a la pista y en poco menos de media hora logró establecer el mejor tiempo del día con 1:37.718, siendo el único en bajar de 1:38.

Aviso por la mañana

En la sesión matutina, Vettel ya avisó de lo que era capaz en este nuevo circuito. Tras una sesión igualada, el piloto alemán se sacó de la manga dos últimas vueltas en las que destrozó el crono para alcanzar el 1:38.125, o lo que es lo mismo, 1,4 mejor que Lewis y 2,2 que Fernando. El impresionante registro dejó una sensación confusa en los rivales, que no acertaban a saber si Red Bull había descargado el coche en el último momento o simplemente se habían estado guardando hasta ese momento.

El caso es que el germano inicia el fin de semana en posición de dominio absoluto, demostrando que puede estar cerca de proclamarse campeón este fin de semana en el Circuito de Las Américas de Austin. No son buenas noticias para Fernando Alonso, pero el Gran Premio de Estados Unidos no ha hecho más que comenzar.