Despedida con buena imagen (0-0)

La Ponferradina mostró una gran imagen en su visita a la capital y consiguió un meritorio empate a cero que le apea del torneo del KO. Valientes y con intensidad, los hombres de Claudio Barragán cumplieron con lo que se les pedía en un principio. Desde ahora, el equipo se centrará en la competición liguera y, más concretamente, en el choque del próximo domingo ante el Recreativo, ante el que los bercianos tratarán de sumar su tercera victoria consecutiva en el campeonato regular.

De mero trámite parecía el choque que ayer por la noche jugó la Ponferradina en el Coliseum Alfonso Pérez. El resultado con el que se llegó al final en El Toralín (0-4) no daba apenas opciones de clasificarse al conjunto berciano, que se planteó el choque de vuelta como un premio al jugar en un escenario de Primera División.

El frío y los vacíos en las gradas contagiaron a los protagonistas sobre el terreno de juego, que deambularon sin rumbo durante muchas fases del choque. A mostrar mejores sensaciones no ayudaba el once visitante, que presentaba una mezcla de titulares y suplentes para que todos pudieran lucirse.

El juego brilló por su ausencia durante toda la primera mitad. Las ocasiones, por tanto, escasearon. Las pocas que hubo, además, las tuvo el Getafe, que hizo valer su calidad y aunque jugaba Luis García con los menos habituales, era suficiente para mandar. Los más activos fueron Gavilán y Colunga, que se encontraron en todo momento con una sólida defensa berciana bien comandada por Robusté, rápido y contundente al corte.

Rindió a tan buen nivel la zaga de la Deportiva que Orlando sólo tuvo que intervenir en una ocasión. Fue una contra que terminó en una mano a mano de Sarabia con el meta visitante, que aguantó sin ir al suelo haciendo cada vez más pequeña la portería.

De hecho, en el tramo final de la primera mitad, el que puso las ocasiones fue la Ponferradina. Sus últimos cinco minutos fueron una muestra de garra e ilusión, que a punto estuvo de verse recompensada. Primero fue Didac el que no llegó a empalar en el segundo palo un centro de Alán Baró y después Isaías, de falta, hizo volar a Codina para evitar el primer tanto del choque.

Tras la reanudación el choque ganó en intensidad. Ambos conjuntos se mostraron más verticales y el espectáculo mejoró. La Ponferradina continuó en la misma línea con la que acabó el primer acto. Valiente. Lafuente y Didac, alternándose en las bandas fueron un constante peligro. No obstante, esa ambición también repercutió en más llegadas del Getafe, que a la contra se mostraba muy cómodo.

Pero el cansancio ya iba haciendo mella y a los bercianos les costó mucho esfuerzo llegar a la portería de Codina en el tramo final del choque. Todo lo contrario pasaba con los azulones, que con dos puntas mejoraron, aunque sólo llegaron a puerta a base de balones parados y lanzamientos de falta que siempre se marcharon a las nubes. Así acabó la historia de la Ponferradina en esta Copa del Rey.