«No podía tener mejor regalo de cumpleaños, aunque sea con ocho años de retraso»
Manuel Martínez recuperó ayer las sensaciones que produce un éxito deportivo. Aunque con ocho años de retraso, el plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, retirado hace algo más de año y medio y en la actualidad entrenador ayudante de Carlos Burón en el Ceard, celebraba ayer como «el mejor regalo de cumpleaños» la decisión del COI de descalificar al ucraniano Yuri Bilonog, campeón olímpico en Atenas 2004, circunstancia que le otorga, a falta de la confirmación oficial que debe trasladarle el COE, la medalla de bronce.
«Es la medalla que me faltaba. Fue mi mayor éxito y mi mayor fracaso porque fue mi mejor resultado al aire libre pero me quedé con la sensación de que podía haber sido campeón. Esto cura un poco aquella herida. El currículum cambia. Aunque sea así de cruel el deporte, las cosas son así». Martínez recuerda las emociones intensas que vivió aquél 18 de agosto del 2004. «Por la mañana, antes de la calificación, estuvimos calentando, pasamos por los restos del templo y recuerdo que entré al estadio llorando, desbordado de emoción, por la energía del sitio y el momento. Luego, por la tarde, estuve más concentrado en la final, pero me quedé con la sensación de que pude hacerlo mejor».
Manolo espera que estos días se le traslade la confirmación de su bronce. «No creo que haya problemas porque siempre que se dan estos casos, en el 99% de ellos la descalificación de un atleta hacer correr a los que le preceden un puesto».