Se veía venir

La lesión de Acorán ha sentado mal en el seno de la Deportiva, no sólo por lo que supone perder a uno de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla, sino también por la forma en la que se produjo la triple factura vertebral del canario.

Su compañero en la banda derecha, el lateral Carpio, tiene claro que «habría que preguntarle al jugador del Numancia si fue a por él, pero si le da antes de que llegue el balón, para mí es una acción antideportiva. Tendrá que reflexionar sobre si lo que hizo está bien o no. Yo tengo claro que, por muy caliente que esté un partido, no hubiera hecho algo así. Estas cosas empañan lo que es el fútbol de verdad».

En la misma línea se expresó el responsable de los servicios médicos de la Deportiva, Ricardo Vélez, que compareció ayer ante los medios para explicar la lesión de Acorán. «Si fue voluntario o no es cosa del CSI», dijo en tono ligero, antes de añadir más seriamente que «lo estaba pasando mal por él en el banquillo porque había tendencia a que pasara lo que pasó. Tengo el mismo punto de vista que todos los que estamos aquí, pero eso es sólo mi opinión».

En cuanto a la triple fractura en las apófisis transversas de tres vértebras lumbares que sufre Acorán, el doctor Vélez reveló que la fase más complicada ya ha pasado: «Más que la fractura en sí, durante las primeras horas hay que vigilar posibles complicaciones en las estructuras vitales más próximas que rodean esa zona, como el hígado o el riñón. Ya han pasado 72 horas y parece que en ese aspecto no hay problemas».

La recuperación del futbolista pasará ahora por una fase de «reposo relativo en función de la tolerancia al dolor. Si no hay complicaciones, es como una lesión muscular fuerte». Aunque no es amigo de dar plazos, el doctor Vélez sí comentó que «normalmente, la consolidación de una fractura ósea está en torno a un mes, así que podríamos estar hablando de unas seis u ocho semanas de baja, aunque Acorán es un toro y podría volver antes».