«Para poder navegar lo esencial es que exista agua y León la tiene»

Su vocación por la vela fue tardía. Hasta los 29 años y a pesar de haber probado varios deportes, no empezó a cautivarle una disciplina que defiende abierta a todos y a la que ya ha aportado su grano de arena como presidente de la Federación Gallega durante diez años. Ahora esa capacidad de trabajo pretende llevarla a su nuevo destino, la Federación Española.

—Lleva a una Federación que puede presumir de notables resultados por parte de sus deportistas.

—No voy a negar, ni creo que lo haga nadie, que la vela en España está atravesando un buen momento como ha quedado corroborado con el éxito en los Juegos. No es de ser prepotentes si decimos que somos el deporte que más medallas en unos Juegos aporta a este país.

—A la vela se le mira como un deporte caro, en cierto modo elitista.

—A ciertos deportes, incluida la vela, la gente los asocia a un coste elevado en materia económica y no es así. Es cierto que disponer de un barco resulta caro y no todos pueden acceder a comprarlo. Pero gran parte de los que practican vela son personal con un nivel adquisitivo normal. No hace falta un gran barco para navegar. Además, desde las federaciones y clubes es preciso inculcar a los niños la pasión por la vela.

—Se dice siempre que un lugar sin mar lo tiene más difícil para que salga gente que le guste navegar, o que pueda.

—No necesariamente. Un ejemplo es el mío. Yo nací en León y allí no hay mar, pero sí zonas navegables como los pantanos. Sin mar en el que criarme he llegado a ser presidente de una federación con mucha tradición como la gallega. Y eso me hace sentir orgulloso. Para poder navegar lo esencial es que exista agua y León la tiene. También pruebas y en pantanos como el de Bárcena es habitual ver competiciones. A nivel internacional tenemos un ejemplo claro con Austria, una potencia mundial que no tiene mar.

—¿Qué le llevo a presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federación Española?

—Un poco de todo, y en especial poder poner en práctica una serie de proyectos que pueden aportar cosas positivas a este deporte. Soy emprendedor y una persona que se fija retos cada día. En su momento fue el de dirigir la Federación Gallega y ahora me veo capacitado, con la ayuda de todos, para no sólo mantener el funcionamiento de la Federación Española, si cabe mejorarlo.

—Supongo que tendrá un libro de ruta.

—Sin duda. Para presentarme a las elecciones diseñé un área de actuaciones que pretendo plasmar a corto y medio plazo. Una de ellas es la de modernizar las estructuras de la Federación, un poco obsoletas que mantienen en gran medida elementos de actuación del siglo pasado. La tecnología aplicada en su justa medida es muy positiva, también escuchar a los deportistas, clubes y federaciones, conocer sus inquietudes y tratar de optimizar los recursos. Tenemos un trabajo duro e ilusionante a la vez.

—¿No se considera un quijote al presentarse a un cargo con la que está cayendo en materia de recortes para las federaciones?

—Lo más cómodo hubiera sido no hacerlo. Pero eso no va conmigo. Pienso que tengo algo que aportar y creo que en la Federación puedo hacerlo. A veces hay que ir contracorriente porque a favor de marea siempre es fácil.